ULLÁN, José Miguel

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ULLÁN, José Miguel

Biografía

José-Miguel Ullán (Villarino de los Aires, Salamanca, 1944) estudió en Salamanca, Madrid y París. Paralelamente a su creación literaria, ha desempeñado diversas actividades en el campo del periodismo cultural: director de las emisiones en lengua española de France Culture (ORTF), subdirector de Cuadernos Guadalimar, responsable de varios programas en Radio Nacional de España y Televisión Española, subdirector del periódico Diario 16 (donde fundó el suplemento Culturas) y adjunto a la presidencia del mismo grupo editorial. Ha sido columnista del diario El País. Creó y dirigió la colección Poesía/Cátedra. Codirector de la editorial Ave del Paraíso. Miembro del Patronato del CGAC y comisario de numerosas exposiciones de artes plásticas. Falleció en Madrid el 23 de mayo de 2009.

 

 

Obra

POESÍA

El jornal (1965).

Amor peninsular (1965).

Un Humano Poder (1966).

Mortaja (1970).

Antología salvaje (1970).

Cierra los ojos y abre la boca (1970).

Maniluvios (1972).

Frases (1975).

De un caminante enfermo que se enamoró donde fue hospedado (1976).

Alarma (1976).

Abecedario en Brinkmann (1977).

Zóbel / Acuarelas (1978).

Soldadesca (1979).

Manchas nombradas (1984).

Rumor de Tánger (1985).

Favorables Cancún: poema seguido de La dictadura del jaykú (1993).

Visto y no visto (1993).

Razón de nadie (1994).

Ardicia (Antología poética, 1964-1994) (1994).

Testículo del Anticristo (1995).

Órganos dispersos (1999).

Ni mu (2002).

Con todas las letras (2003).

Amo de llaves (2004).

Ondulaciones: poesía reunida (1968-2007) (2008).

Tortuga busca tigre (2010).

Lámparas (2010).

COLABORACIONES CON PINTORES

Adoptio in fratrem. Con Antonio Saura (1976).

Alarma. Con Eusebio Sempere (1976).

Experiencias de amor de don Juan de Tassis, conde de Villamediana y correo mayor de Su Majestad. Con Enrique Brinkmann (1977).

Bethel. Con José Hernández (1977).

Responsos. Con Antonio Saura (1978).

Doble filo. Con Matías Quetglas (1982).

Funeral mal, compuesto de los siguientes volúmenes:

Adoración. Con Eduardo Chillida (1978).

Ardicia. Con Pablo Palazuelo (1978).

Acorde. Con Vicente Rojo (1978).

Asedio. Con Antonio Saura (1980).

Anular. Con Antoni Tàpies (1981).

Almario. Con Joan Miró (1985).

Tardes de lluvia. Con Vicente Rojo (1990).

Animales impuros. Con José Luis Cuevas (1992).

Alfil. Con José María Sicilia (1992).

El desvelo. Con Antoni Tàpies (1995).

Si hay que tener. Con Denis Long (1995).

Sentido del deber. Con José Manuel Broto (1996).

Broto. Rever. [et. al.] Catálogo de la exposición (2004).

Interior de conserva ante un dilema. Con Evru (2010).

COLABORACIONES CON COMPOSITORES

Torneo (1974). Música de Carlos Pellegrino, C.N.R.S.

Pocket Zarzuela (1978). Música de Luis de Pablo.

Relámpagos (1996). Música de Luis de Pablo.

Circe de España (2006). Música de Luis de Pablo.

Trío de doses (2008). Música de Luis de Pablo.

Entre la sombra (2008). Música de Luca Mosca.

TRADUCCIÓN

Edmond Jabès, Transparencia del tiempo Con Eusebio Sempere (1977).

Jacques Dupin, Una apariencia de tragaluz (1982).

OTROS

Parábola. Homenaje a León Felipe (1975).

Las soledades de Francisco Peinado (1977).

Bodegón. Homenaje a Juan Gris (1977).

Novela rosa (1977).

Perrería. Homenaje a Augusto Monterroso (1991).

Tàpies en Silos (2000).

Sicilia en Silos (2000).

Tàpies, ostinato (2002).

No me preguntes cómo llegué hasta aquí. Homenaje a Manuel Padorno (2003).

Como lo oyes (articulaciones) (2005).

Escalera primera (2005).

Volcanes construidos. Con Vicente Rojo (2007).

Agrafismos (2008).

Mecánica del vuelo: en torno al poeta Aníbal Núñez (2008).

Premios

 

 

Poética

todo es azar el papel

y la herida que lo habi
ta mas necesita eso sí
un raro candil – la sed

(De «Límites del poema», tomado de Maniluvios, Barcelona, El Bardo, 1972, p. 25).

 

Esto es una estructura que, al destruirse, canta lo más allá cantado en ausencia de red;
así es: lo toma por ser menos, lo compromete en todo, lo desemboca:

Nada que ver, teoría del único sentido
-sopla la sangre sobre la blanca melodía (…) desenreda la voz del desconsuelo aunque no logre darle alcance o expresión, vida cautiva-,
con lo que no se reconoce hechizado, casi sin habla, por el camaleón que, hecho a la idea, brilla (ceniza prometida, zig-zag del casi) cuando algo descolorido, anhelante y falto de sombra, ya apagado el candil, se asoma a la noche impasible de la topera y sueña («ahora) con mantener allí su palabra (o nunca»), tu distancia cordial, su sobresalto, tu titubeante fluir, su esquina, tu aire, su cedazo, tu caricia, su doblez, tu unidad y esa otra voz de nadie, resucitada -aún débil, cuando la mano, al excavar, reescribe lo que no acaba de dejar de oír:

¿Qué es esto que yo no he sido?

(De «Poética», tomada de El último tercio del siglo (1968-1998), Madrid, Visor, 1999, p. 162).

 

 

 

 

Texto

 

(LA POESÍA NO TIENE SENTIDO)

I
En la noche risueña del destierro, libre ya de la ley y del instinto, un charco de agua clara me detuvo. Mojo el dedo cordial trazando un círculo y su humedad al paladar le encasca.
Boca del lobo: donde renace el sinsabor, la palabra acecha. Acre es la música cibal del signo.
Yo le sacó la lengua, alargo el paso.

II
Llora, porque toda mirada entraña error .
Mas los andrajos, horca, palio y cruz no morirán por este llanto. Mejor, fulgir a solas y rezar en balde. ¿Como el topo? Así; dueño de la penumbra y de su asfixia.
Hablando por hablar. A ciegas. Ojo del corazón, quema el paisaje.

III
Persistente, la rosa. Esclavos somos de raíz. Rosa hedionda, zozobra y estupor de la mordaz melancolía.
A la fosa nasal llama la Historia con sus inciensos categóricos. Corre el verso al runrún del sacrificio, de mar a mar y seductor .
¡Musa servil! Sobre tu altar, un huracán de esperma.

IV
El sordo dios: la carcajada inmóvil.
Murmullo de otra luz será tu fe. Aléjate de la expresión forzada o del silencio amilanado. Oye tan sólo la armonía neutra de lo indeciso e indomable. Deja abierta la puerta más sumisa.
Esa ignorancia zumbará en tu oreja. Fraternalmente.

V
Si la mano va y pierde la cabeza y, en un doble ademán de supresión, rompe la flecha y borra el blanco, ciérrase luego sobre el. gran reloj, sangra y se ofrece al vilipendio abyecto, nada esperes que iguale esta pasión, Teoría.
A todo lo demás diles que bueno.

(De García Moral y Pereda, Joven poesía española, Cátedra, Madrid, 1979).

 

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