TORO SANTOS, Xesús Miguel de

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TORO SANTOS, Xesús Miguel de

Biografía

Nació el 10 de enero de 1956 en Santiago de Compostela, ciudad en la que reside desde entonces.

 

 

Obra

NARRATIVA

Caixón desastre (1983). Relatos.
Polaroid (1986). Relatos.
Land Rover (1988). Novela.
Ambulancia (1990). Novela policial.
Tic Tac (1993). Novela.
A sombra cazadora (La sombra cazadora) (1994). Novela.
Conta salada (Cuenta saldada)(1996). Novela.
Calzados Lola (1997). Novela juvenil.
Círculo (2000). Libro de relatos.
Non volvas (No vuelvas) (2000). Novela.
Servicio de Urxencias (2002). Guiones de televisión.
Trece Campanadas (2002) Novela.
Morgún (2005) Novela
El Príncipe manco (2004) Edición conjunta de Tic-Tac y Círculo.
Home sen nome (Hombre sin nombre) (2006) Novela
Sete palabras (Siete palabras) (2010) Novela.
Sonámbulos, (2014).
Fora de sí (2018).

TEATRO

Unha rosa è unha rosa </i>(unha comedia de medo). Escrita para la compañía «Teatro do Noroeste», representada en la temporada 1996-1997.

ENSAYO

F.M. (1991). Textos sobre literatura, sociedad, cultura y política.
Camilo Nogueira e outras voces (memoria da esquerda nacionalista). Publicado em 1991. Libro de entrevistas sobre política.
Unha pouca cinza (1992). Textos sobre Santiago de Compostela.
Parado na tormenta (1996). Ensayos literarios.
La flecha amarilla (1998). Libro de viaje.
O pobo da brétema /El pueblo de la niebla (Un viaje en el tiempo por la cultura celta). Introducción a la cultura y literatura celta (2000).
A carreira do salmón (2001). Ensayos sobre literatura, cine, cultura y sociedad.
Nunca mais (2002).
Españoles todos (2004).
Ten que doer (Literatura e identidade) (2004).
Outra idea de España (2005).
Andar tropezando (2009). Ensayos sobre arte, literatura y sociedad escritos entre 1987 y 2008.
Sete palabras (2010).
La lliçó catalana (2017).
Dentro da literatura (2019).

POESÍA

Humildar. Rituales para después de Dios (2017).

Premios

1983: Premio Galicia de Literatura por Caixón desastre.
1986: Premio de la Crítica de Galicia por Polaroid.
1993: Premio de la Crítica Española por la novela Tic Tac.
1993: Premio Arzobispo de San Clemente por la novela Tic Tac.
2000: Premio de la Crítica por Non volvas.
2002: Premio «Lecturas» Gálix (Asociación galega do libro infantil e xuvenil) por Servicio de Urxencias.
2003: Premio Nacional de Narrativa por Trece badaladas.
2004: Premio Max de Teatro por la adaptación del libro de relatos Círculo.
2014: Creu de Sant Jordi.
2014: Premi Internacional Joan B. Cendrós.

Poética

Texto

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«Soy. Estoy. Estoy aquí. Oscuro. Un lugar oscuro. ¿Muerto? ¿Y si estoy muerto? ¿Y si me he muerto? Soy un muerto. No, no soy un muerto. Soy. La boca, siento la boca. Seca. La boca.

No estoy muerto, no soy un muerto. ¿Aún sigo vivo? Vivo, estoy vivo. Sigo vivo. Sigo aquí. Nunca me iré. Palabras, pasan palabras, por dentro, pasan palabras. En mi cabeza. Es mi cabeza, que está pensando. Aquí estoy. Soy yo. La cabeza. Estoy vivo. Yo estaba vivo, entonces. Palabras, son palabras que pasan por mi cabeza. ¿Recuerdo? ¿Recuerdo algo? Recuerdo. Me vienen recuerdos. Vienen. Ahí vienen.
Entonces era todo tan intenso. Se sufría tanto. Recuerdo, recuerdo. Y duele, duele recordar. Pero todo estaba vivo.
Todo está vivo. Incluso las cosas exhalan su aroma, de tan vivas que están.

Todo huele, entonces, ahora; incluso las cosas tienen sustancia, entonces. Una hoja de limonero caída en tierra y mojada por la lluvia. Y, en cuanto se van las nubes y se abre el cielo, el sol se pone a dorar las cosas todas, y cómo brilla todo cuanto hay, ¿has visto, hermano?, el trigo y el centeno y los árboles del huerto desde la ventana del cuarto, cómo brillan, y cuando corres por la era de la casa grande, el calor del sol cae en las cabezas y luego viene Celina a traer un gorrito azul marino y a decir, no andéis corriendo a lo loco, que sudar es malo, y no vayan a coger una insolación esas cabecitas doradas. Y cuando os traen en el cabriolé desde el pueblo de regreso a casa, entonces el aire fresco restriega la piel del rostro de los niños. Y cuando llegáis a casa y os acercáis al fuego a ver cuál de los dos consigue calentar antes las manitas, la cara entonces arde enrojecida porque ya es de noche. Qué frío ahí fuera. Toca, toca con las manos frías la cara. La piel fina de la cara tierna, la cara del niñito. Y fuera, por la ventana, la noche está oscura. Todo negro ahí fuera. ¿No tienes miedo de salir, hermano?
Y la lluvia está viva, la recuerdo, me moja, estoy reconociendo la lluvia como era, como es. La estoy reviviendo. Cae y corre después, aún viva, por la tierra y entonces forma barro, ese barro que mancha toda la ropa de los niños. Cuidado, no os manchéis. El olor de la tierra húmeda. De la hierba. El olor de la hierba recién recogida. El olor de la boñiga. El hedor de la pocilga de los cerdos que pica en la naricilla. ¿Has oído? ¿Ese ruido ahí fuera? Los ruidos de la noche alrededor de la casa. Y Celina en la cocina nos da una onza de chocolate a los dos, la parte despacio con un cuchillo muy grande, así con cuidado, sacando la punta de la lengua por una esquina de la boca, y después se ríe y nos da a cada uno nuestra mitad con su mano grande. Y unas migajas que quedan sobre la piedra de la cocina las recoge con sus dedos grandes y se las lleva a la boca. Y el chocolate sabe amargo, y sabe bien. ¿No te gusta? A mí también me sabe bien. Amarga al principio, pero sabe bien. Y el hermano se cae al suelo en la era y sangra, le duele, sale sangre, a ver la herida, y llora, le hacen una cura. Viene el padre despacio, con su maletín. Es el maletín del médico, tu padre es médico. Así es, el padre es grande, alto. No llores, los hombres no lloran. Y le echa tintura de yodo en la herida, así, desinfección, lo primero es la desinfección, y le pone una venda. El hermano ahora ya no llora, le duele pero intenta aguantar. Venga, trata de levantar el maletín de tu padre, a ver cuál de los dos lo consigue. No eres capaz, sí que lo soy. Por la mañana, es una mañana cuando traen al zorro muerto. Éste ya no se comerá más gallinas. Y las filloas saben bien, a mí me gustan sin azúcar. Y las gallinas vienen corriendo cuando llevas el grano de maíz en la criba y lo lanzas al aire y queda esparcido por el suelo, por la tierra, churras, churras. Y por la noche Celina lleva el quinqué delante, el culo grande de Celina, los niños a la cama, que ya va siendo hora, ahora sólo andan por ahí fuera los golfos, los hijos del casero y los niños de la aldea, venid, decidles buenas noches a los señores, a vuestros padres. Los señoritos se despiden de los padres en el salón y se van a la cama, sí, ya es hora de meterse en la camita. Id acostándoos y luego subo yo a daros un beso, un beso de vuestra madre. Sí, los dos juntitos para la cama por el pasillo lleno de sombras, no tengáis miedo que voy yo, viene Celina con vosotros y llevo aquí la luz en mi mano. Ven, hermano, yo voy delante y alumbro».

(Fragmento extraído de Hombre sin nombre, pp. 23-25).

 

 

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