SEVILLANO, Atilano

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SEVILLANO, Atilano

Biografía

Nació en Argusino de Sayago (Zamora) en 1954. Sayagués de nacimiento, salmantino de adopción y residente en Valladolid, es Doctor en Filología Hispánica y Licenciado en Teoría de la literatura y Literatura comparada. Imparte talleres de escritura creativa. Cultiva la poesía visual. Ha cofundado y codirigido la revista literaria salmantina Aljaba y las barcelonesas Poiesis y Cármenes. Colabora en diversas revistas literarias españolas y latinoamericanas. Ha participado en numerosas antologías y obras colectivas. Tiene publicados tres poemarios: Presencia indebida (1999) con prólogo del poeta zamorano Claudio Rodríguez, Hojas volanderas – Haikus (2008) y Trazos. Haikus y otros poemas breves (2020). Hasta la fecha ha reunido sus relatos breves e hiperbreves en cuatro libros: De los derroteros de la palabra (2010), Lady Ofelia y otros microrrelatos (2015), Al pie de la letra. Microrrelato de la A a la Z (2017) y Minificciones de diván (2018). Es autor también del libro de aforismos Esquirlas (2020). Ha sido profesor de Lengua Castellana y Literatura, Literatura Universal y Taller de teatro en ESO y Bachillerato. Es coautor del libro de texto Literatura española y universal. Bachillerato-LOGSE (1999). Fruto de la práctica docente en esta última materia y de su amor por el arte dramático es su Microteatro. Piezas (hiper)breves para gente joven (2021) y Teatro mínimo (2022). Ha publicado también Las cuatro estaciones. Haikus para jóvenes lectores (2023).

Obra

POESÍA

Presencia indebida (1999).
Hojas volanderas (2008).

Trazos. Haikus y otros poemas breves (2020)

Las cuatro estaciones. Haikus para jóvenes lectores (2023).

ENSAYO 

Literatura Española y Universal -Bachillerato LOGSE (1999).

PROSA

De los derroteros de la palabra (2010).

Lady Ofelia y otros microrrelatos (2015).

Al pie de la letra. Microrrelato de la A a la Z (2017).

Minificciones de diván (2018).

Esquirlas (aforismos) (2020).

Microteatro. Piezas (hiper)breves para gente joven (2021).

Teatro mínimo (2022).

Premios

Poética

Es común entre los poetas una cierta resistencia a la teoría., pero la poesía no puede dejar de definir y redefinir su territorio. W.H. Auden afirmaba que el designio de la poesía moderna es hablar en voz baja, en un tono confidencial, de las cosas que preocupan a los individuos corrientes.
En cuanto a escribir poesía, empecé tarde y lo hago muy lentamente. Siempre he preferido la lectura . Borges afirmó estar más orgulloso de lo que había leído que de lo que había escrito. Como casi siempre, Borges tenía razón. A la hora de escribir intento, ante todo, huir de la vieja y vana retórica o de la mera versificación y encontrar el equilibrio entre el pensamiento (conocimiento) y el sentimiento, entre la intimidad y la realidad. La poesía revela este mundo y crea otro, escribió Octavio Paz, y sigo estando de acuerdo con esa frase.

Entre mis poetas de cabecera han estado los clásicos españoles, los hermanos Machado, Juan Ramón Jiménez y el 27, sobre todo Cernuda y, también Neruda, Vallejo , Huidobro, Pizarnik, etc. Después me sedujeron la obra de José Hierro y los poetas de la nómina del 50, como Claudio Rodríguez, Gil de Biedma, Ángel González o Brines y también la herencia de los novísimos y otras generaciones o promociones más jóvenes. Más tarde he frecuentado otras tradiciones y otras voces, como las de los simbolistas franceses, las de Hölderlin, Rilke, Pessoa, Kavafis, Pavese, Eliot, Dickinson, Char… Pero yo quizá no sería yo sin Borges, sin Paz, sin Valente, sin Paul Celan o sin el descubrimiento de la poesía oriental, del poema breve y del poeta e investigador Shiki. Sin embargo, lo importante son siempre los poemas, no los poetas.

La tarea del poeta, lo dice muy certeramente Aurora Luque en un haiku suyo «Como la hormiga / perforando los límites / de su hoja«. Los poemas que he escrito son casi todos un intento de entender mejor el mundo y a mí mismo, pues, en el fondo el poema somos nosotros. He pretendido que mis versos , con la palabra justa y común, se pregunten por el poema, por el mundo, por los sentimientos universales, por la palabra o el silencio.

Por supuesto, esto no son más que teorías y buenas intenciones porque en las poéticas uno corre el riesgo de describir aquello que le gustaría hacer y, ya se sabe que uno no escribe sobre lo que quiere sino sobre lo que puede.

 

Texto

EN EL SILENCIO DE LA TARDE

AQUÍ, en el silencio de la cansina y rendida tarde;
aquí, sin memoria y sin signos,
solos ante espejo trémulo de claridades,
no digas nada, no preguntes nada.
Aquí tú y yo abandonados a la nítida quietud.
Piedra fría es la eternidad compartida,
mas, cómo encontrarte cuando se te nombra,
aunque lo eterno dure sólo un instante.
Es necesario dar al fin con la palabra precisa
y ya no detendrá el amor su carrera,
y nada podrá la muerte poderosa;
los objetos indecisos recobrarán
sus formas familiares, y el viento
los secretos apellidos de las horas.
Reconciliaremos formas, colores, perfumes
y, en la arrogancia de los inconcluso,
se ofrecerá desnuda la nívea textura.

(Presencia indebida, 1999)

y ver si al fin
encarcela el poema
la rosa negra

(Hojas volanderas, 2008)

 

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