SASTRE, Alfonso

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SASTRE, Alfonso

Biografía

Nació en Madrid diez años antes del comienzo de la Guerra Civil. A sus veinte años participó en la creación del grupo de teatro experimental Arte Nuevo, Teatro de Vanguardia y estrenó sus primeras obras dramáticas. En 1950 trató de poner en marcha un movimiento de teatro político y apareció el Manifiesto del TAS (Teatro de Agitación Social). En 1953 estrenó Escuadra hacia la muerte y fundó con Ignacio Aldecoa y Rafael Sánchez Ferlosio la Revista Española. En 1956 fue procesado por el Tribunal de Orden Público a consecuencia de disturbios estudiantiles.

Aquel año, en París, entró en contacto con el PCE, al que se encontrará estrechamente vinculado más tarde, siendo cooptado para su Comité Central. En 1961 fundó con José María de Quinto el Grupo de Teatro Realista, que fue escenario de abiertas confrontaciones con el franquismo, en el Teatro Recoletos de Madrid. En 1966 sufrió un mes de prisión en la Cárcel de Carabanchel, en la que volvió a ingresar en 1974, cuando su compañera y madre de sus tres hijos fue encarcelada en la Prisión de Yeserías. Estuvo nueve meses preso y, a la salida, se exilió en Burdeos.

Expulsado del territorio francés, recaló en Madrid, donde publicó un Manifiesto en el que propuso la puesta en marcha de un Teatro Unitario para la Revolución Socialista, sin que su demanda fuera atendida. Decepcionado del ambiente político madrileño, en 1977 fijó su residencia en Euskadi. En 1985 se estrenó en Madrid una obra escrita diecinueve años antes: La taberna fantástica.

Traducido a otros idiomas, representado y reconocido en diferentes países (últimamente se ha publicado en Iraq, una traducción árabe, reputada como excelente, de su Teatro para Niños), y distinguido con varios premios, ha sido un autor generalmente marginado en los medios culturales dominantes en España. Fallece el 17 de septiembre de 2021 a los 95 años.

Obra

TEATRO

Comedia sonámbula (1945).
Uranio 235 (1946).
Cargamento de sueños (1946).
Prólogo patético (1950).
El cobarde (Lenormand, trad.) (1950) (Texto perdido).
El tiempo es un sueño (Lenormand, id. Id.) (1951).
El cubo de la basura (1951).
Escuadra hacia la muerte (1952).
El pan de todos (1953).
La mordaza (1954).
Tierra roja (1954).
Ana Kleiber (1955).
La sangre de Dios (1955).
Muerte en el barrio (1955).
Guillermo Tell tiene los ojos tristes (1955).
El cuervo (1956).
Medea (Eurípides, dramaturgia) (1958).
Asalto nocturno (1959).
En la red (1959).
La cornada (1959).
La Dama del Mar (Ibsen, dramaturgia) (1960).
Oficio de tinieblas (1962).
El circulito de tiza o Historia de una muñeca abandonada (1962).
Los acreedores (Strindberg, dramaturgia) (1962).
Mulato (Langston Hughes, dramaturgia) (1963).
M.S.V. o La sangre y la ceniza (1965).
El Banquete (1965).
La taberna fantástica (1966).
Marat/Sade (Peter Weiss, dramaturgia) (1966).
A puerta cerrada (Sartre, traducción) (1967).
La puta respetuosa (Sartre, traducción) (1967).
Crónicas romanas (1968).
Las moscas (Sartre, traducción) (1968).
Los secuestrados de Altona (Sartre, traducción) (1968).
Muertos sin sepultura (Sartre, traducción) (1968).
Las troyanas (Sartre, traducción) (1968).
Melodrama (1969).
Rosas rojas para mí (O’Casey, dramaturgia) (1969).
Trotski en el exilio (Peter Weiss, colab. Pablo Sorozábal) (1970).
Ejercicios de terror (1970).
Liolá (Pirandello, dramaturgia) (1970).
El señor Mockinpott (Peter Weiss, trád. Sorozábal. Dramaturgia) (1970).
Noche de huéspedes (Peter Weiss, trád. Sorozábal.) (1970).
El seguro (Peter Weiss, trád. Sorozábal.) (1970 ).
Askatasuna (1971).
Las cintas magnéticas (1971).
Asalto a una ciudad (Lope de Vega, dramaturgia) (1971).
El camarada oscuro (1972).
Hólderlin (Peter Weiss, trad. Sorozábal, revisión) (1972).
Historia de Woyzeck (Büchner, trad. Sorozábal, dramaturgia) (1972).
Irlanda, Irlanda! (O’Casey, dramaturgia de «La sombra de un guerrillero») (1973).
Ahola no es de leíl (1975).
Tragedia fantástica de la gitana Celestina (1978).
Análisis de un comando (1978).
Las guitarras de la vieja Izaskun (Brecht, dramaturgia) (1979).
El hijo único de Guillermo Tell (1980).
Aventura en Euskadi (1982).
Los hombres y sus sombras (1983).
Jenofa Juncal (1983).
Búnbury (Wilde, dramaturgia) (1983).
El viaje infinito de Sancho Panza (1984).
El cuento de la reforma (1984).
Los últimos días de Emmanuel Kant (1985).
La columna infame (1986).
Revelaciones inesperadas sobre Moisés (1988).
Demasiado tarde para Filoctetes (1989).
Drama titulado A (1990).
¿Dónde estás, Ulalume, dónde estás? (1990).
Teoría de las catástrofes (1993).
Lluvia de ángeles sobre París (1994).
Los dioses y los cuernos (Plauto, dramaturgia) (1995).
Los crímenes extraños (1996):
iHan matado a Prokopius!
Crimen al otro lado del espejo.
El asesinato de la luna llena.

Alfonso Sastre se suicida (1997).
Drama titulado No (2001).
Diálogo para un teatro vertebral (2002).
El nuevo cerco de Numancia (2002).
El extraño caso de los caballos blancos de Rosmersholm (2006).
Teatro escogido I-II. Asociación de Autores de Teatro, 2006-2007.
Los misterios de Henrik Ibsen (2007, inédita).
Terrible crimen en una tragedia de Shakespeare (2008, inédita).
El asesino inesperado (2008, inédita).
Las últimas aventuras de Isidro Rodes y Pepita Luján (2008, inédita).
Lope de Aguirre que estás en los infiernos (2008, inédita).
Las noches del fin del mundo (2009, inédita).

NARRATIVA

El Paralelo 38 (1964).
Las noches lúgubres (1963).
Flores rojas para Miguel Servet (1967).
El lugar del crimen (1982).
Necrópolis (1994).
Historias de California (1996).

POESÍA

Balada de Carabanchel y otros poemas celulares (1976).
El Evangelio de Drácula (1976).
El español al alcance de todos (1978).
T.B.O. (1978).
Vida del hombre invisible contada por él mismo (1994).
Residuos urbanos (escrito de 1942 a hoy, inédito).
Obra lírica y doméstica. Poemas completos (2004).

ENSAYO

Drama y sociedad (1956).
Anatomía del realismo (1965).
La revolución y la crítica de la cultura (1970).
Crítica de la imaginación pura, práctica y dialéctica I: crítica de la imaginación (1978).
Lumpen, marginación y jerigonça (1980).
Escrito en Euskadi (1982).
Prolegómenos a un teatro del porvenir (1992).
¿Dónde estoy yo? (1994).
El drama y sus lenguajes I (2000).
El drama y sus lenguajes II (2001).
Los Intelectuales y la Utopía (2002).
Ensayo sobre lo cómico (2002).
Limbus o los títulos de la Nada (2002).
La batalla de los intelectuales (2003).
Manifiesto contra el pensamiento débil (2003).
Cuatro dramas en la brecha (2003).
El retorno de los intelectuales (coautor) (2004).
Crítica de la imaginación pura, práctica y dialéctica II: las dialécticas de lo imaginario (2004).
Crítica de la imaginación pura, práctica y dialéctica III: imaginación, retórica y utopía (2005).
De la posmodernidad a la neohistoria (2005).
Grandes paradojas del teatro actual (2007).
Lumpen, marginación y jerigonça (2007).
El autor y su sombra: el rincón del no (2007).
Pirandello no tiene la culpa (2008).

GUIONES

– CINE Y TV

Guion de Amanecer en Puerta Oscura (1956, con José María Forqué).
Guion de La noche y el alba (1957, con José María Forqué).
Guion de Un hecho violento (1957, con José María Forqué).
Guion de Historia de Carmen (1958, no rodado).
Diálogos de Nunca pasa nada (con José Antonio Bardem).
Guion de A las cinco de la tarde (1960, basado en La cornada, con Juan Antonio Bardem).
Guion de Tres hombres (no rodado).
Guion de En el cuarto oscuro (siete historias para un cine de terror, 1986).
Guiones para la serie de TVE Miguel Servet o La sangre y la ceniza(1987-1988, con H. Sáinz y José María Forqué).
Guion de Las aventuras españolas del doctor Frankenstein (guión, no rodado).
Guion de La taberna fantástica (basado en el texto dramático de ese título, 1990).

– CINE Y TV SOBRE TEXTOS DE ALFONSO SASTRE

La mordaza (TVE).
El cuervo (TVE).
La taberna fantástica (cine y TV).
Eternamente (José Luis Garci, sobre El cuervo, para TVE).
Delirium (José Luis Garci sobre el relato del mismo título en Las noches lúgubres, para TVE).

Premios

1976: Premio Viareggio de los Editori Riuniti italianos.
1978: Premio Reseña.
1985: Premio Nacional de Teatro por La taberna fantástica.
1985: Premio El Espectador.
1985: Premio de la Crítica de Valladolid.
1989: Premio Ciudad de Segovia por Los últimos días de Emmanuel Kant.
1991: Premio Euskadi de Literatura por Demasiado tarde para Filoctetes.
1993: Premio Nacional de Literatura por Jenofa Juncal.
1993: Premio Txema Zubia por el conjunto de su obra.
1996: Premio Feronia en Italia por el conjunto de su obra.
2002: Premio Leandro Fernández de Moratín, de la Asociación de Directores de Escena.
2003: Premio de Honor de la SGAE.
2003: Medalla «Haydée Santamaría».
2005: Premio Quijote de las Letras Españolas, en su especialidad de teatro, por su versión libre de los pirandellianos Los amores sicilianos.
2006: Premio Victoria Eugenia, concedido por la Feria de Teatro de San Sebastián.

Poética

ARTE COMO CONSTRUCCIÓN*

1. Once notas sobre el arte y su función
Con seguridad, nos encontramos ante la urgencia de establecer unas líneas generales de trabajo desde y para la juventud que se dedica al arte y a la literatura con una intención de ruptura con las formas anacrónicas y, en consecuencia, de contacto con las formas vivas que pueden resultar fecundas para nuestro futuro. No se trata, desde luego, de proponer un programa; pero sí de declarar el deseo de que nuestros esfuerzos, hasta ahora dispersos, sean reunidos de algún modo en un esfuerzo común y, por ello, poderoso. Se trataría, por supuesto, de establecer libremente unas líneas dentro de las cuales pudieran desarrollarse los diferentes talentos artísticos con una perfecta holgura. Se trataría, pues, tan sólo, de cerrar el paso a una anarquía de la que sólo pueden salir beneficiados los artistas -casi siempre económicamente poderosos- solidarios de las formas artísticas muertas y, en consecuencia, regresivas.
El texto que yo propondría a la consideración de los hombres de la poesía, de la
novela, del teatro, del cinema, de las artes plásticas, dice así:
1. El arte es una representación reveladora de la realidad. Reclamamos nuestro derecho a realizar esa representación.
2. Entendemos la realidad como una revelación que el hombre va realizando a lo largo de su historia. Hay distintas provincias ontológicas y diferentes técnicas de captura y representación. Todas las provincias del ser son interesantes y ninguna técnica, forma o estilo es rechazable en principio.
3. Entre las distintas provincias de la realidad hay una cuya representación o denuncia consideramos urgente: la injusticia social en sus distintas formas.
4. La revelación que el arte hace de la realidad es un elemento socialmente progresivo. En esto consiste nuestro compromiso con la sociedad. Todo compromiso mutilador de esa capacidad reveladora es inadmisible.
5. Rechazamos toda coacción exterior, ajena, por tanto, a nuestra conciencia moral ya nuestro sentido estético. Nos sentimos responsables de nuestros actos morales y artísticos -un acto artístico es siempre un acto moral- y rechazamos toda tutela extraña.
6. El arte, por el simple hecho de revelar la estructura de la realidad, cumple -en un sentido muy amplio, metajurídico, de la palabra justicia- una función justiciera. Esto nos hace sentirnos útiles a la comunidad en que vivimos, aunque ésta, en ocasiones, nos rechace.
7. Pertenecer a un partido político no tiene por qué significar la pérdida de la autonomía que reclamamos para el artista. Este compromiso será lícito y fecundo en los casos en que el artista se sienta expresado totalmente por ese partido. Su compromiso será entonces, precisamente, la expresión de sus libertad.
8. No pertenecer a un partido político no tiene por qué significar inhibición en el artista; su culpable evasión; su traición a la responsabilidad social que postulamos para su trabajo. Desde fuera de los partidos progresivos se puede luchar, y de hecho se lucha, por el progreso social. Es lícito rechazar la alineación en un partido siempre que el artista no se sienta expresado suficientemente por ese partido, ya sea en el plano teórico, ya en el orden táctico.
9. Lo social es una categoría superior a lo artístico. Preferiríamos vivir en un mundo justamente organizado y en el que no hubiera obras de arte, a vivir en otro injusto y florecido de excelentes obras artísticas.
10. Precisamente, la principal misión del arte, en el mundo injusto en que vivimos, consiste en transformarlo. El estímulo de esta transformación, en el orden social, corresponde a un arte que, desde ahora, podríamos llamar «de urgencia». Queda dicho que todo arte vivo, en un sentido amplio, es justiciero; este arte que llamamos «de urgencia» es una reclamación acuciante de justicia, con pretensión de resonancia en el orden jurídico.
11. Sólo un arte de gran calidad estética es capaz de transformar el mundo. Llamamos la atención sobre la radical inutilidad de la obra artística mal hecha. Esa obra se nos presenta muchas veces en la forma de un arte que podríamos llamar «panfletario». Este arte es rechazable desde el punto de vista artístico (por su degeneración estética) y desde el punto de vista social (por su inutilidad).
Propongo estos once puntos a la consideración de los artistas con el deseo de que sean once puntos de partida para un acuerdo posterior, que podría resultar de una discusión -desde distintas artes y posturas- sobre los temas propuestos y otros que completarán las líneas de acción aquí esbozadas.

(Publicado en Acento Cultural, 2 diciembre 1958, pp. 63-66 y en Anatomía del
realismo
).

 

 

Texto

TEO. ¿Vamos a cenar ya, padre?
ISAÍAS. SÍ. (Teo vuelve a salir. Isaías va al ventanal.) Está lloviendo. Esto es bueno para todos. Hay que alegrarse de que llueva. (Entra Andrea con el mantel. Lo coloca en la mesa. Durante la escena siguiente, Andrea hará varias salidas y entradas en el trajín de poner la mesa). ¿Sabes lo que me gustaría, Jandro? Darme ahora un largo paseo debajo de la lluvia, mojándome todo el cuerpo… ¿No te gustaría eso, Jandro? Nos refrescaría del calor. Volveríamos a la casa empapados y riéndonos. ¿No te gustaría?
JANDRO. Sí que me gustaría, padre.

(Vuelve Teo)

TEO. Ya vienen Luisa y Juan.

(Se aparta a un rincón y se sienta)

ISAÍAS. Ahora llueve más. Mira.

(Isaías y Jandro miran la lluvia. Suena un trueno más cercano. Llegan Juan y Luisa)

JUAN. Buenas noches.

(Nadie contesta. Luisa ayuda a Andrea)

ISAÍAS. Se está acercando. Dentro de unos segundos la tendremos aquí encima. (Suena un trueno más fuerte. Isaías se acerca a la mesa y se sienta. Los demás, entonces, se acercan también. En silencio, van ocupando sus puestos. Teo ayuda a su madre. Todos quedan colocados. Isaías parte y reparte el pan) ¿Qué rumores hay por el pueblo? ¿Habéis oído algo? ¿Qué se dice del crimen? (Silencio. Juan y Teo bajan la vista) ¡Os estoy preguntando! ¿Se os ha olvidado hablar?
JUAN. Yo no he oído nada. No. Nada. He estado en el pueblo, pero no he oído nada. Sí, ahora que recuerdo. Que no se ha encontrado todavía el arma. Lo estaban comentando en la plaza.
TEO. Dicen que van a mandar más Policía….de la capital.

(Un silencio)

LUISA. Yo he oído que el comisario Roch tiene una pista.
ISAÍAS. ¿Una pista? ¿Qué clase de pista?
LUISA. No lo sé. Otros dicen que ya sabe quién es el criminal.
ISAÍAS. ¿Y qué espera para detenerlo?
LUISA. A tener pruebas. O puede que esté esperando una denuncia de alguien.
ISAÍAS. ¿Una denuncia de quién?
LUISA. (Le sostiene la mirada). De algún testigo que pudo haber y que hasta ahora puede haber callado por algunas razones que no conocemos. ¡Cualquiera sabe!
ISAÍAS. No. Lo más probable es que no hubiera ningún testigo. Y si lo hubo y ha callado hasta ahora, no creo que llegue a hablar. Sería acusado también de cómplice. ¿Qué te parece a ti, Teo? (A Teo, que iba a beber agua, se le cae el vaso y se rompe. Suena un trueno) ¿Qué te ocurre?
TEO. (Trata de sonreír) Me he sobresaltado…
ISAÍAS. Desde hace dos días no sé lo que os pasa. Estáis nerviosos y torpes en el trabajo…¿Qué os ha ocurrido?
TEO. Nada. ¿Qué va a ocurrirnos?
JUAN. A mí tampoco. Nada. Ha sido muy desagradable lo del crimen. Eso de que haya salido nuestra casa en los periódicos…Y luego las veces que ha venido la Policía…Todo eso cansa, molesta…Acaban volviéndolo a uno loco…
ISAÍAS. (Con una tranquila ironía). Pobre Juan, ya veo que ha sido demasiado para ti.
JUAN. Sí, padre. De verdad. Ha sido demasiado para mí.
ISAÍAS. Y para Teo también.
TEO. (Nervioso). A mí no me pregunte, padre. A mí no me pregunte. (Un relámpago). Yo no tengo gana de hablar. Estoy malo. (Suena un trueno) ¡Esta condenada tormenta! ¡Me va a romper los nervios!
ISAÍAS. Silencio. No grites en la mesa. ¿Qué te has creído? ¿Es esa la educación que te he dado?
TEO. (Desatado). Si es que no puedo resistir la tormenta, padre. Es que de pronto me parece que Dios nos va a castigar destrozando la casa con un rayo. (Se ve a través del ventanal un relámpago vivísimo que ilumina todas las caras). ¿No lo ve?

(Un trueno)

ISAÍAS. No digas tonterías. ¿Quién os va a castigar?
TEO. (Estremecido). No hable así, padre. ¿Qué quién nos va castigar? Dios. Dios existe. ¿No lo está viendo? No hay que blasfemar, padre. No hay que blasfemar.
ISAÍAS. (Se levanta. Enfurecido). ¿Pero de qué tienes miedo? ¿Por qué nos va a castigar? (Con una sospecha terrible) ¿Por qué?
TEO. (Aterrado) ¿Cómo? No, yo no he dicho…Yo no he querido decir…
ISAÍAS. ¿Por qué nos van a castigar? ¿Por qué? ¿Tenemos algo de que avergonzarnos?
TEO. No…Claro que no…Nada…
ISAÍAS. (Implacable). Entonces, ¿qué has querido decir?
TEO. (Casi llorando). Nada…Nada…

(«Cuadro cuarto» de La mordaza, Madrid, Castalia, 1975, pp. 162-167).

 

 

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