SANCHEZ VERDEGUER, Luis

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SANCHEZ VERDEGUER, Luis

Biografía

Luis Sánchez (Valencia, 1957) es licenciado en Filosofía. Tras ejercer como profesor de secundaria, colabora en diferentes medios de comunicación e imparte cursos de escritura creativa, actividades que compagina con el dibujo de humor. Sus primeros textos datan de finales de los años 70 y, desde entonces, ha cultivado poesía, narrativa, teatro y ensayo. Y diga lo que diga el autor, el resto es ya esfuerzo que debe realizar el lector.

 

Obra

POESÍA

Incienso en lluvia (1989).
Arcanos violines (1992).
Cáncamo (1995).
Varices de cristal (1997).
Poesía ¡al límite! (2000). AA.VV.
Antología del Grupo Corondel (2000). AA.VV.
Caminos de la palabra, nº VII (2004). AA.VV.
A contracielo (2005).

NARRATIVA

Un viaje (2003). AA.VV.

OTROS

-Artículos periodísticos:

Televisión y publicidad (1997).
Muerte y resurrección en Albert Fortuny (1997).
Este y Oeste (1998).
Historias de una decadencia (1998).
Alimentación y salud en las sociedades avanzadas (2001).
Amores y querencias (2002).
Libros de mi corazón (2002).
Carta abierta al Presidente de la IIIª República española (2003).
Mercromina del señor Aznar (2003).
Parte de guerra (2003).
No me toquen los genes (2003).
Monarquía naranjera (2003).
Jornadas de reflexión (2003).
Dioses; pese a hombres (2004).
Rico, rico (pero sin fundamento) (2005).
Ser-vicios & cultura, S.L. (2005).

Premios

2003: Premio Mar de poesía, por su trayectoria otorgado por la Fundación Carolina Torres Palero.

Poética

La poesía es un lujo de bajo coste y completamente desconocido. Así que aceptemos el reto y caigamos en la trampa de explicar (muy brevemente) para qué sirve la poesía:
a) Para enamorar; de hecho, las bellas palabras no sólo enamoran a la mujer, sino que calman a los hombres.
b) Para compartir el sufrimiento: un poema equivale a una oración.
c) Para conocernos mejor: a través de las imágenes y de los símbolos entramos en el inconsciente.
d) Para dar sentido a nuestras vidas, dando respuestas a nuestra identidad.
e) Para deleitarnos con mil motivos, educando la sensibilidad: todo gran poeta es también un maestro.
Cuando el poeta calla, ruge la tierra, puesto que el silencio anida en el corazón de las palabras.

(De Apuntes míos y de usted (1978-2007)).

 

Texto

ENCUENTROS (1999)

Me llora tu mirada
en cada poro abierto
de mi lánguida piel,
que es tu piel poblada de ausencias,
mientras mis dedos, doloridos
por tan larga espera, trazan
tu contorno de jazmín y sombras
al amparo de viejos recuerdos.
Y tus labios se confiesan al aire
rompiendo así un silencio ancestral.
Un suspiro caldea la memoria:
palabras de deseo, deseos hechos palabra,
para estrujar la carne y devorar los huesos.
Ya no merodean por la destartalada noche
fantasmas majaderos o espíritus errantes,
la claridad puso, al fin, orden
entre tanta confusión
y su luz vespertina viene, ahora,
para ahuyentar los crujidos de la madera
desterrar unos pasos imaginarios
o acallar las voces del más allá,
porque no existe otra magia
que la de las emociones.
Atrás quedó, también, el miedo al ridículo
el orgullo, la vanidad y el frío solitario.
Ayer fue la vívida imagen sentida,
atrancándose frente al espejo,
la que oculté una y otra vez
bajo la línea de mis hombros;
pero hoy es la huella real
de tu presencia evidente
la que me confirma con fuerza
en el mutuo reconocimiento.

(Del libro A contracielo, Edit. Devenir, Madrid, 2005, pp. 34-35).

 

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