SAMPEDRO, José Luis

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SAMPEDRO, José Luis

Biografía

José Luis Sampedro nace en Barcelona en 1917, aunque pasa la mayor parte de su infancia en Tánger. A los trece años, la familia se traslada a Aranjuez y es en esta villa donde «nace el escritor». Al terminar los estudios de Bachillerato prepara la oposición para el Cuerpo Pericial de Aduanas, aprobándolas con tan sólo dieciséis años; Santander fue su primer destino como funcionario.

En 1939 escribe su primera novela, La Estatua de Adolfo Espejo, que no se publicará hasta 1994. Finalizada la Guerra Civil se traslada a Madrid. Se licencia en Economía en la Universidad Complutense en 1947 y obtiene el Doctorado en 1951. A pesar de su actividad económica, no abandona su vocación literaria y en 1951 publica Congreso en Estocolmo.

Desde 1955 desempeñará la cátedra de Estructura Económica en la Universidad Complutense. Compagina su labor docente con trabajos en el Servicio de Estudios del Banco Exterior de España y en el Ministerio de Hacienda. Junto a otros catedráticos universitarios funda el Centro de Estudios e Investigaciones (CEISA) que será cerrado tres años después. En 1969, ante las deportaciones de catedráticos de la Universidad de Madrid decide aceptar un puesto de «Visiting Professor» en las Universidades de Salford y Liverpool.

A su regreso, se incorpora a la Dirección General de Aduanas, e imparte docencia en la Escuela Diplomática, el «Bryn Mawr Hispanic Center» y en el Instituto de Estudios Fiscales. Es nombrado senador por designación real en las Cortes Constituyentes de 1978. De 1982 a 1984 desempeña el cargo de vicepresidente de la Fundación del Banco Exterior. En 1990 es elegido miembro de la Real Academia Española, asignándole el sillón F mayúscula. Falleció el 8 de abril de 2013 en Madrid a los 96 años.

Obra

NARRATIVA

-Novelas:

La estatua de Adolfo Espejo (1939). Publicada en 1994.
La sombra de los días (1944). Publicada en 1994.
Congreso en Estocolmo (1951).
El río que nos lleva (1961).
El caballo desnudo (1970).
Octubre, Octubre (1981).
La sonrisa etrusca (1985).
La vieja Sirena (1990).
Real Sitio (1993).
Fronteras (1995).
Monte Sinaí (1998).
El amante lesbiano (2000).
La senda del drago (2006).
Cuarteto para un solista (2011).

-Relatos:

Mar al fondo (1992).
Mientras la tierra gira (1993).
Pregón de la rosa (2013).

TEATRO

La paloma de cartón (1948). Publicada en 2007.
Un sitio para vivir (1955). Publicada en 2007.
El nudo (1982). Publicada en 2007.

ECONOMÍA

Principios prácticos de localización industrial (1957).
Principales efectos de la unidad europea (1957).
Realidad económica y análisis estructural (1959).
Perfiles económicos de las regiones de España (1964).
Las Fuerzas Económicas de Nuestro Tiempo (1967).
Estructura Económica (1969).
Conciencia del Subdesarrollo (1973).
La inflación en versión completa (1976).
Conciencia del subdesarrollo, veinticinco años después (1997).
El Mercado y la Globalización (2002).
Multimegamuchaglobalización (2008).
Economía humanista. Más allá de los números (2009).

POESÍA

Días en blanco. Poesía completa (2020).

OTRAS OBRAS

Los mongoles en Bagdad (2003).
Escribir es vivir, con Olga Lucas (2005).
Sobre política, mercado y convivencia, con Carlos Taibo (2006).
La ciencia y la vida, con Valentín Fuster y Olga Lucas (2008).
La balada del agua (2009).
Reacciona (2011).
La inflación (al alcance de los ministros) (2013).

Premios

1950: Premio Calderón de la Barca por su obra teatral La Paloma de Cartón.
1971: Medalla de Plata, Literatura, de los Premios de la Editorial Quevedo.
1987: «Officier des Arts et des letres».
1989: Premio de la Confederación de Libreros Españoles.
1990: Premio a la Transparencia de ANFEVI.
1992: Premio Elle por La vieja Sirena.
1993: Premio a la creación literaria de la Comunidad de Madrid.
1995: Premio Pro Derechos Humanos de la Asociación de Derechos Humanos.
1996: Medalla de Oro de Aranjuez.
1996: Medalla de Oro de Madrid.
2001: Premio Alcarria en su apartado de literatura.
2001: Premio Cartelera Turia a la Mejor Contribución Literaria.
2001: Medalla «Cuenca, Patrimonio de la Humanidad».
2004: Premio Julián Besteiro de las Artes y las Letras.
2004: Medalla de Honor de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
2005: Premio Terenci Moix a la trayectoria.
2005: Premio Quijote de la Asociación Colegial de Escritores a la obra de toda una vida.
2005: Medalla al Mérito de las Bellas Artes.
2005: Medalla al Mérito al Trabajo.
2006: Premio Quijote de la Asociación Colegial de Escritores al mejor ensayo por Escribir es vivir.
2006: Premio Protagonistas de Punto Radio de Literatura.
2007: Premio Dragona Iberica de la Fundación Nueva Cultura del Agua a la expresión artística.
2007: Embajador de Aranjuez Premio de Turismo de la Ciudad de Aranjuez.
2008: Premio a la Creación Literaria de la Feria del Libro y de la Lectura de Castilla-La Mancha.
2008: Cruz de Carlomagno del Govern de Andorra.
2008: Medalla de Honor de la Universidad Complutense de Madrid.
2008: Premio honorífico MAS/Onda Cero de Aranjuez.
2009: Doctor Honoris Causa de la Universidad de Sevilla.
2009: Premio Cartelera Turia a la trayectoria literaria.
2010: Premio Internacional Méndez Pelayo.
2010: Premio José Luis Sampedro del Festival Getafe Negro.
2010: Premio Oxcar de Literatura.
2010: Premio de Literatura Zipristin.
2010: Orden de las Artes y Letras de España.
2011: Premio Nacional de las Letras.

Hijo Adoptivo de Guadalajara, Alhama de Aragón, Santa Cruz de Tenerife, Zaragoza y Castilla-La Mancha.

Poética

Canción de aprendizaje

Sea Ulises tu guía
Al viajar por tu vida, compañero
Tapona tus oídos contra toda sirena,
Átate al duro mástil de tu barca
Y, obediente a tu brújula secreta
Pon rumbo a la aventura irrenunciable:
El viaje hacia ti mismo.

 

Texto

…El reno erguía la cabeza, coronada por dos cuernos enormes y leñosos -en vez de cubiertos por algo parecido al musgo como en los animales jóvenes- dirigidos desde el arranque netamente hacia atrás y curvados hacia delante a la altura del lomo, para terminar muy abiertos sobre la cabeza. Junto a él, una hembra joven insinuaba todas las gracias enseñadas a su sangre por la reciente primavera. Y, justo en aquel momento, el macho volvió despacio la cabeza, la miró un instante y tornó a su actitud aplomada, como indiferente. La hembra vaciló extrañada, pero se alejó hacia el rebaño. El macho permaneció en su rincón, firme en toda su alzada, levantada la cabeza y la mirada puesta en una lejanía. No recorrían su lomo los nerviosos calambres a veces visibles en sus congéneres. De la boca descendía, pesado, inmóvil, casi congelado, un hilo de baba.

-¿Qué le pasa? -Preguntó Espejo.

E inmediatamente se extrañó de saber que al animal le sucedía algo.

-Linnio dice que va a morir. No verá el otoño.

La cabeza de Linnio se movía lentamente de un lado a otro.

-Pero ¡vea qué impresionante nobleza tiene la vejez tras una vida vivida sin reservas! -añadió Jöhr-. Parece un dios anciano. En ese cuerpo hay más sabiduría del mundo que en todo el Congreso de la Ciencia Moderna que inauguramos mañana. ¡Pobres sabios! Fíjese la dignidad con que esa cabeza ostenta y sostiene sus cuernos magníficos. No sé si es porque casi me he criado entre estos animales, pero siempre me ha parecido inexplicable y absurdo que los cuernos tengan tan estúpida simbología en nuestra vida civilizada. Ese peso en el cráneo es el peso de la vida. Los años lo aumentan, lo refuerzan, y toda la cuestión está en sostenerlo bien alto. ¿Sabe usted que el reno es el único cérvido cuya hembra tiene cuernos?

La joven hembra había vuelto a despegarse de los demás animales, pero no se acercaba al viejo reno, sino que sola entre él y el rebaño, le contemplaba con respeto. Un joven macho se acercó a la hembra, pero se retiró al sentirla esquiva. Ella no comprendía exactamente, pero algo olfateaba y permanecía inmóvil. El viejo macho la miró, pensó un momento, estiró completamente el cuello y bramó con dolorida suavidad. El hilo de baba se alargó lentamente hacia el suelo. La hembra, entonces, se atrevió a avanzar muy despacio; las orejas alerta y ráfagas muy nerviosas en la exquisita piel blanquecina del vientre.
Jöhr habló al lapón. Pero este movió la cabeza lentamente de un lado a otro. Jöhr miró entonces intensamente al gran reno. Había en sus ojos ansiedad profunda y, al mismo tiempo, hermandad entrañable con el animal. El lapón atendía impasible.

Espejo sentía la grave densidad de aquella escena, de un mundo tan asombrosamente diferente al suyo. Involuntariamente notó que las dos mujeres estaban junto a la entrada del cercado, sin franquearla.

En aquel momento el reno volvió la cabeza hacia la joven hembra y el ya reducido espacio que los separaba se llenó de significación. Fue claro, hasta para Espejo, el mensaje del suave, casi humano bramido, que se le escapó al macho. La hembra lo comprendió también y retrocedió despacio, siempre de frente, como hay que retirarse de la presencia de los reyes. Cuando sus jóvenes grupas tocaron la masa del rebaño se volvió y, cabizbajo, entró con los suyos. Ya el viejo reno miraba hacia lo lejos, sosteniendo en lo alto sus grandes cuernos casi pétreos, afianzando con esfuerzo sus nervudas piernas sobre la roca apenas cubierta de un leve manto de tierra. Definitivamente solo.

El lapón habló.

-Sí, ni siquiera hasta el fin del verano -dijo Jöhr, casi para sí mismo; y, tras su silencio, añadió-: Me gustaría ir junto a él y hablarle. Pero no debemos empequeñecer este momento.

(Extracto de Congreso en Estocolmo, primera novela publicada en 1952)

 

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