ROMERO TORRES, Mara

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ROMERO TORRES, Mara

Biografía

Nació en Cogollos Vega, provincia de Granada, España. Fue inscrita en el registro y bautizada con el nombre de María Amparo Romero Torres, siguiendo la tradición del momento de llevar los nombres de las abuelas materna y/o paterna, y de los cuales, el primero, de la abuela materna, dio el nombre por el que es conocida: Mara. Desde pequeña mostró una inclinación especial por la lectura y la escritura, pasiones estas que la han acompañado y la acompañan. Cursó estudios de Filología Hispánica en la Universidad de Granada.

Tiene publicados Los lagos del cielo, novela, y los poemarios Al calor de la idea, Cuentos de aceituna. Romances para una guerra y Pañuelos de La Alhambra, poemario este último del que le han traducido algunos poemas al inglés. Ha colaborado con poesías de su autoría en distintos actos solidarios: «Poesía para la Reconstrucción de Chile»; el libro solidario Corazones con esperanza, cuyo fin es recaudar fondos para construir un hogar en Brasil a los niños de la calle y, con este mismo fin y en solidaridad con este proyecto, ha cedido los beneficios obtenidos por la venta de su poemario Cuentos de aceituna. Romances para un guerra a la Asociación brasileña Shalom Adonay.

Colabora y participa en diferentes revistas virtuales, es miembro de varios grupos poéticos, ha sido incluida en antologías y, a su vez, está preparando la edición de la antología Poemas en el camino. Es creadora y fundadora del portal universal de cultura Arte Fénix cuyo ideal encierra una doble vertiente: por un lado, dar a conocer las culturas de los pueblos, para llegar, a través de ese conocimiento, a valores tan fundamentales como el respeto y la solidaridad entre todos los seres humanos; y, por otro, promover y divulgar las obras de los creadores de arte en el convencimiento de que se hace necesario un resurgir en la cultura. Su ideología, el equilibrio. Su religión, el Ser Humano.

Obra

NARRATIVA

Los lagos del cielo (2007).

POESÍA

Al calor de la idea (2010).
Cuentos de aceituna. Romances para una guerra (2010).
Pañuelos de La Alhambra (2010).
Al rayar el alba (2013).
En las alas de tus ojos (2014).

Premios

2014: Premio Nacional de Poesía Miguel de Cervantes por En las alas de tus ojos.

 

Poética

La poesía ha estado conmigo desde que nací, pero me encontré con ella cuando la miré; aunque entonces era muy pequeña y no sabía que se llamaba así. Aprendí lo que era poesía oyendo cantar a mi madre y observando su cara. Si estaba contenta, aquellas palabras cargadas de música saltaban en el brillo de sus ojos y en su sonrisa amplia. Si estaba triste, las palabras cantadas conducían su mirada a un punto vago, indefinido, que, por estar perdido en algún lugar, le rasgaban la voz. Aprendí, sin saberlo, que pensamiento y sentimiento andaban de la mano de la coherencia. Había algo en aquellas palabras que hacía que terminaran bonito, ya fuese el canto alegre o triste; entonces, yo no sabía que se llamaba rima. Yo sólo sabía lo que veía en la cara de mi madre cuando cantaba. Más tarde, en la escuela, supe su nombre, supe de poesía y de poetas y me quedé atrapada en ella. Durante mucho tiempo, busqué metro y rima hasta que un día escuché la voz de la poesía. Y supe que estar sentada en una plaza, en una tarde fría y gris, apartada de las calles, era poesía. Y que estar parada en una esquina, con el sol dándome en la cara y cuatro calles abiertas ante los ojos, es poesía. Y que el polvo que cubre los objetos inservibles en una buhardilla es poesía y que también son poesía los objetos inservibles cubiertos de polvo. Aprendí que la poesía es el vehículo para llegar al Sur -centro, origen- y la llave para entrar en él. Aprendí que la vida es el camino y que ese camino es la alfombra que extiende a mi paso la poesía.

 

 

Texto

LX

Esta noche derrama silencio
en la quietud aparente de las cosas
que siguen el curso vital.
Vuelve el agua a su cauce
y con ella la serenidad del hogar encontrado
tras noches de sirenas en vela
y cenizas derretidas.
Los guijarros de la luna
encuentran reposo en los meandros del río
que lleva sus aguas al lago de seda y espejo
en donde los dioses construyen el templo de los Ulises
que regresan del mar.
La metáfora del mundo tiene un centro de sol y de luna
y el poeta invisible bate estelas de luz
sobre el barro adánico del pensamiento
que olvida de dónde viene
y busca saber adónde va.
El aliento brota en fuentes de fuego;
el lago duerme en el canto de las estrellas;
el ave pliega sus alas en el nido
y, sobre una rama de la vida,
el hombre encuentra en la noche
albergue para su ser.

(De Pañuelos de La Alhambra,2010).

18

Estaba amaneciendo. En la curva del cortijo de Vista Alegre, antes de llegar a Nívar, me aparté un poco de la carretera y paré el coche. Llevaba mi ventanilla abierta y aquel airecillo fresco me resultó familiar. Respiré profundo y fue como volver a probar un alimento que llevaba tiempo sin comer. Frente a mí, las farolas iluminaban el letargo de un pueblo, a punto de salir de su noche dormida, y el silencio resbalaba de un cielo de estrellas que, en su parpadeo, bailan con la luna la danza de Salomé […] Esperé a que llegase la hora de que Consuelo se despertara, contemplando de nuevo el amanecer que en otro tiempo me hizo su cautiva. Cogollos Vega renace en el misterio, cuando los primeros tirones de luz arrancan el velo a la oscuridad en ese momento preciso que macera la noche y el día. Me vi envuelta en la fascinación de ese milagro, sintiendo que era una extraña en un mundo que me pertenecía y que no era mío. Tuve la sensación de que aquel pueblo era mi sitio y, al mismo tiempo, no lo era. Por un momento sentí que no tenía lugar […]

(De Los lagos del cielo, 2007).

 

 

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