QUILES, Eduardo

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QUILES, Eduardo

Biografía

Eduardo Quiles nace en Valencia en 1940. Es dramaturgo y escritor. Su obra narrativa, a excepción de la novela El carnaval del relajo, y que recoge su experiencia en América Latina, permanece inédita. En 1987 fundó la revista Art Teatral especializada en difundir al autor teatral contemporáneo publicando su teatro corto.

Quiles residió en la ciudad de México de 1972 a 1975 donde fue profesor de guiones en el Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILCE-UNESCO), escribió Felipe II, Freud y Juicio a don Quijote para el canal 8 de Televisa y fue columnista y crítico teatral de El Sol de México.

En 1972 la BBC de Londres tradujo al inglés y difundió su obra Insomnio. A partir de 1974, la revista norteamericana Modern International Drama comenzó a difundir en inglés sus obras más significativas. Quiles ha impartido cursos sobre escritura teatral.

En 1980 fundó la compañía teatral Escena Uno y viajó por Europa y Estados Unidos, dirigiendo obras suyas y dando conferencias sobre su Teatro del personaje. En Nueva York estrenó El frigorífico (1987), El Tálamo (1989), Una Ofelia sin Hamlet (1997), Elsa’s Goodbye (1996-1997), producida en Here Multi-Arts Center de Manhattan.

En 1999 viajó de nuevo a Nueva York invitado por The Miranda Theatre para dirigir la ópera El adiós de Elsa basado en una pieza teatral suya de la que hizo el libreto. Ese mismo año se estrenó Una Ofelia sin Hamlet en Berlín como obra invitada en el marco del Congreso de Hispanistas Alemanes donde Quiles dio una conferencia en la Universidad de Berlín sobre su Teatro del personaje, estética teatral del autor y que resume 35 años de cultivar la escritura para el universo escénico. Posteriormente se editaron en Alemania en edición bilingüe alemán-español sus obras La navaja, El frigorífico y El adiós de Elsa.

Obra

NARRATIVA

El carnaval del relajo (1981).
El hombre que quiso pintar el sol de negro. (1990). Narrativa juvenil.
El ordenador de mi tía la bruja. (1993). Narrativa juvenil.
Las cenizas del tiempo: diario de un secuestro (2009).
Las cenizas del tiempo. Diario de un secuestro (2015).

TEATRO

Trotapesquis (Infantil) (1995).
El que robó a mi mujer (1993).
Teatro del personaje. Obra escogida (2001).
El adiós de Elsa (Ópera) (2002).
Velada de alunados con tango final.
La ira y el éxtasis.
La Marquesa de La Habana.
El frigorífico.
La navaja.
El tálamo.
El virtuoso de Times Square.
Una Ofelia sin Hamlet.

ENSAYO

Compromiso ético y estético del autor teatral (2001).
Teatro corto, ¿cuestión de folios o de síntesis (2001).
Escenarios de exilio (2003).

OTROS

El escritor de obras ajenas y otras miniaturas (2018).

Premios

1971: Primer Premio Autores Nuevos. Lleida por Los Faranduleros.
1972: Premio Internacional Humor de México por El asalariado.
1990: Premio Iberoamericano de Dramaturgia Infantil por Trotapesquis.

 

 

 

Poética

 

 

Texto

Una Ofelia sin Hamlet

OFELIA: De acuerdo, mamá, Hamlet es ficción, todo lo irreal que quieras… pero era mi mundo… Ofelia no quería dejar de ser Ofelia, pero perdí mi tren y me hicisteis abordar otro donde un ilustre odontólogo era el gran maquinista… Y me dividí en dos, sí, fue una boda a dos bandas, una novia ante el altar y la otra buscando a Hamlet por las bambalinas de su mente… (Pausa.) Me quedé fuera de juego… Casi perdí el seso, ¡el sexo, no, mamá, la cabeza! (Cómica.) ¿La chaveta? De acuerdo, la chaveta. (Se pone anteojos, pose doctoral sentada en un taburete.) Oiga a su psiquiatra: no está alunada, no, no, no, sólo que sus neuronas creen que la vida es una discoteca y se mueven a ritmo de salsa… (Se contonea, luego suspira.) Cuando me internaron conocí a otros seres con neuronas igual de marchosas… (Se oye una música de Malher.) En la clínica del silencio algunos se enamoraron de mí… (Coquetuela.) Un cleptómano guapísimo… Un individuo que decía que su cabeza era un televisor… (Dibuja el televisor con las manos.) Amor mío, pasaremos la vida unidos y atados a la TV. por cable… (Pausa.) En la clínica de los nervios desatados se oía canturrear a un vendedor ambulante de estados de ánimo… (Va al perchero del lateral derecho, se coloca una chaqueta de varón y se ciñe un sombrero hongo.) Vendo optimismo enlatado y sin fecha de caducidad. Con cinco botes, uno de oferta, (Canturrea.) El optimista óptimo… (Regresa al taburete.) El más tierno, era el buscapersonas.. (Lo imita.) Ofelia, tú perdiste al tipo de tu vida, lo leo en tus ojos, y yo, Lalo Pesquisas, soy un profesional de extraviados. A ver, ¿cuándo fue la última vez que lo viste? (Pausa.) Bajo un foco. (Pausa.) Querrás decir bajo una farola. ¿Su profesión? (Pausa.) Aristócrata de la duda. (Pausa.) ¿De la jet-set, eh? Ahora dime su DNI y si es posible su ADN. (Pausa.) Quería saber el DNI de Hamlet… (Pausa.) También en la clínica del silencio un día tropecé con… ¡Papá! (Un hilo de voz.) Era una fotocopia del mismísimo Shakespeare, pero más calvo… No estoy calvo, Ofelia, es el láser de la fotocopiadora que me tomó manía… (Pausa.) Bien. ¿Qué haces con esos pelos, esa pinta y por esta época? Semejante transgresión es de juzgado de guardia… (Mientras sigue hablando sitúa las dos sillas oblicuas al maniquí-Ofelia.) Ahora mismo se pronunciará el Tribunal Superior de Alta Ficción… Ocupen sus escaños los testigos de cargo y de la defensa. Póngase en pie la acusada, tiene la palabra el Ministerio Fiscal, es decir, yo, el Cisne del Avon. (Pasea con altivez de jurista en torno al maniquí.) Se le acusa de escaparse de una vida mítica a otra doméstica. (Otro matiz.) Y a usted de… (Otro matiz.) ¡Cállese el busca-personajes! Digo que a usted se le acusa de la puta vida que dio a Ofelia: le mata al padre, al hermano, la vuelve turulata, la obliga a suicidarse, ¿qué tramaba? ¿Un culebrón? (Otro matiz.) Usted no sabe con quién está hablando… (Pausa.) Con un trágico que se pasó de la raya con Ofelia… pero nosotros, en cambio, la amamos, por eso acudimos en cuanto nos llamó: el violinista gigoló, Toni Claqué, el cleptomaníaco… (Otro matiz.) ¡Cállese! ¿Y qué delirio es ése de engañar a Hamlet por un sacamuelas? (Otro matiz.) Ella daba un golpe de mano a un destino adverso. (Otro matiz.) ¿Y usted quién demonios es? (Otro matiz.) El giramundos. (Pausa.) Willy, ¿no me reconoces? Somos pareja: nos atizan descargas eléctricas a la par. ¿Qué dice este gira-sol? No, de gira-sol, nada, Willy, es este globo que va de lado y… por eso yo, ¿comprendes?, intento que orbite como debe ser… ya sabes: cada rana sin invadir la charca ajena… (Otro matiz.) ¡Palabras! Ofelia se distanció de Hamlet. Señorías, exijo para la acusada una pena de… (Otro matiz.) ¡Protesto! Ella sigue buscándolo, busca a su hombre… (Otro matiz.) ¿Y lo hallará, gira-globos? (Otro matiz.) Seguro, Willy, díselo tú, Buscapersonas. (Otro matiz.) Estoy en ello, señor, mire, observe, llevo impresa en la palma de la mano la huella del pulgar de Hamlet… (Gesto de estupor de Shakespeare que rompe la atmósfera del juicio colocando las sillas en su lugar de origen.) ¿A sí que imprimen las huellas dactilares a mis hijos de la fantasía? Este nuevo milenio es un nido de paradojas… (Observando a la madre-maniquí) Ésta no es mi Ofelia…

(En Teatro del personaje. Obra Escogida, Madrid. Asociación de Autores de Teatro, 2001, 573 pp.: 413-414).

 

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