PEREDA GONZÁLEZ, Pablo

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PEREDA GONZÁLEZ, Pablo

Biografía

Médico Cirujano Especialista en Biología y Medicina del Deporte por la Universidad de Burdeos y en Medicina de Educación Física y Deporte por la Universidad de Barcelona. Antropólogo, casado y con tres hijos, reside en Logroño.

Posee dos nominaciones al Premio Nóbel Alternativo por su trabajo médico de solidaridad con los discapacitados (2003-2004). Desarrolla su labor como médico en la Clínica Dr.Pereda y mantiene convenios de colaboración docente con la Universidad de Valladolid.

Es consultor y revisor de publicaciones de la Universidad de León (Cátedra de Ciencias Actividad Física y Deporte). Escritor y artista plástico ha expuesto su obra pictórica a modo individual y colectivo. Su obra figura en la publicación Historia del Arte Contemporáneo de Ricardo Cesar Lescano y en Voces y Miradas publicación conmemorativa de los 100 años del Ateneo Riojano.

Como escritor es autor de 21 libros, tres de ellos de temática médica; muchos de ellos en la línea de antropológica novelada. Dramaturgo con tres obras estrenadas, es nominado en el año 2010 a los Premios «Max» de Teatro como mejor autor en lengua castellana. Es creador del grupo «La Quinta Forma», espacio cultural dedicado a la creación plástica, dramaturgia y literaria.

Falleció el 24 de agosto de 2014 en Logroño a los 57 años de edad.

Obra

NARRATIVA

El Arte de la Mano Vacía .Leyendas del To-De (2002).
Llegas demasiado tarde princesa (2003).
El Mundo Mágico de Matsu Higa (2004).
Ikuko .Mi vida con una bruja (2005).
El Mundo Mágico de Otei Hiruma (2006).
XXV años a rueda (2009).

POESÍA

Poema de Amor (2001).
Matsuri Budooshu «Fiesta del Vino» (2008).

TEATRO

Inocentes «Monólogo para una actriz» (Estrenada Teatro Bretón Logroño) (2007).
El Sueño de Shiduri (Estrenada Museo Whürt Arte Contemporáneo) (2007).
Cuando los ojos brillan (Estrenada Obra Cultural Ibercaja Logroño) (2009).
La Visita (2007).
Y los justos heredarán la tierra (2010).

ENSAYOS

Meijin (1998).
Tomari-Te (1999).
Karaterapia . Movimientos que Curan (2004).
Kime «El útero divino» (2006).
Phrenosofía (2006).
Umiko «La Sociedad del Ojo de Gata» (2007).
Zhan -Ping (2008).
Consciencia Cuántica (2010).

OTROS

Invitación Al Karte-do (Karate Do Nyu Mon) (2006).
El Maestro Chooki Motobu y el Karate de Okinawa (2006).
Los veinte principios rectores del Kárate (2006).
Zen: colección de escritos zen y pre-zen (2006).
De Okinawa al corazón (2007).
El ninja moderno (2007).
Kárate Jutsu: las enseñanzas originales del Gran Maestro Funakoshi (2007).
El kata como conocimiento estudio antropológico y socio cultural: Sán-Jing/Zhán-Jing: las tres esencias (2007).
Bubishi: la Biblia del Kárate (2008).
Miyamoto Musashi: maestro del sable japonés del siglo XVII: el hombre y la obra, el mito y realidad (2008).
El samurái solitario: la vida de Miyamoto Musashi (2008).
El arte de la guerra de Sunzi: versión restaurada a partir del manuscrito de Yinqueshan (2008).
Dokkodo: el camino de la marcha solitaria (2009).
La leyenda del samurai: Musashi (2009).
Zen en el arte del tiro con arco (2009).
Samurái, el código del guerrero (2010).

Premios

2000: I Premio «Nishiyama» Poesía y caligrafía japonesa.
2003: I Premio Antropología novelada «Fundación Well».
2009: Nominado a los Premios Max de Teatro como autor.
2010: Nominado a los Premios Max de Teatro como director.
2010: La red de Paradores de turismo puso el nombre del escritor al Parador de Villafranca del Bierzo, al que estuvo muy ligado, como homenaje póstumo a su figura.

Poética

 

Sé que la magia – y al decir magia quiero decir mito- existe porque la he experimentado, he sido testigo y tengo la vivencia. Por eso para mí no es una cuestión de fe . Es un hecho. Ahora bien, según mi experiencia la magia se hace más tangible a medida que uno le aporta su propia vivencia ; el mundo es tanto más mágico cuanto más mágico es uno. En cierto sentido es una cuestión de voluntad. Si uno participa de eso , si lo vive , la historia se hace realidad para el lector. Así entiendo yo el mundo sutil que convive con el mundo cotidiano, que lo solapa. Uno decide crear el mito, decide que ese es el camino por el que quiere apostar , y lo hace porque sí. Porque es bello y porque hay un pálpito. Uno le presta a eso su atención y, por tanto, su energía .En ese sentido participa y co-crea el mito. En ese sentido la historia escrita se hace carne.

(Reflexiones del autor sobre el mito en la literatura).

 

 

Texto

 

Vayamos al asunto de la tristeza. Aquí seré breve porque no tengo tiempo de extenderme, pero te lo digo a modo de apunte porque tendremos que hablarlo más despacio (el tema da para mucho). Verás, cuando una persona con poder experimenta una mutación, una transformación que lo convierte en un canal más limpio, pues se queda totalmente vulnerable ante la energía del infinito, que pasa a través suyo con suma facilidad y lo penetra como si fuera un acerico. Cuanto más lejos está esa persona del mundo corriente, de los deseos y los temores de los hombres corrientes, su comunicación con el infinito es mayor.
Entonces se produce ese fenómeno asombroso: la energía del cosmos penetra en él, lo inunda, y esa energía tiene un matiz de gran tristeza. Es un enigma, pero hay una tristeza ontológica no en las personas, sino en toda la creación, una tristeza que el vidente o el brujo pueden palpar en toda su magnitud, porque ellos canalizan el infinito.
¿Y por qué es triste el infinito, te preguntarás? No lo se, tengo alguna impresión al respecto de la que te hablaré , porque ya te digo que es un tema muy meditado por mi parte, pero no lo sé con certeza. Lo que se es que esa tristeza ontogónica, primordial, tal vez se explique porque la creación es añoranza de la fuente primigenia. Es una tristeza que ha sido percibida por los mayores místicos, magos y los mejores filósofos (que son videntes de lo abstracto, no lo olvides) y poetas de nuestro planeta. Tú perteneces a este tipo de gente. Ahora has cambiado, te has limpiado más, todavía canalizas mejor, y por tanto la tristeza te arrasa. No es una tristeza que venga de ti ni de las preocupaciones de tu vida cotidiana; es una tristeza mucho más profunda e impersonal que todo eso. Bienvenido al pabellón de los tristes. Por eso es esencial que nosotros, los que intuimos esa tristeza de una manera tan brutal, nos riamos cuanto podamos, nos forcemos a la risa. Es la única manera de aguantar el impacto de esa cosa.
¿Te suena loco? Es posible, porque yo también estoy como una regadera, pero conozco esa tristeza, he oído a las mejores mentes de la historia hablar de ella, y se que existe y es una constante. Pero podemos combatirla; al menos intentarlo. Yo misma conozco algunos pequeños trucos, de los que ya hablaremos.
Tu tristeza en el fondo sólo es testimonio de tu grandeza y tu lucidez. Aún así es jodida de sobrellevar, pero para eso nos tenemos mutuamente ¿no crees? Tú me diviertes con tus locuras y yo te divierto con las mías. Por eso, entre muchas otras cosas, nos necesitamos tanto.

(De Inocentes. «Monólogo para una actriz», 2007).

****

Mi madre murió centenaria, manteniendo una gran vitalidad. Una noche de luna llena quedó totalmente inmóvil. Yo estaba presente, y lo que allí ocurrió es inenarrable. Delante de ella, se formó una especie de nebulosa blanca, en la cual se dibujaban contornos y volúmenes de un bello amarillo cobrizo tan resplandeciente como el sol. De ese torbellino dorado se formó la figura de un hombre muy joven, alto y corpulento – podría tener apenas veintiún años – que se dirigió hasta mi madre. Corrí hasta ellos muy emocionado. No pude contener las lágrimas cuando aquel hombre me tomaba entre sus brazos.
Aún recuerdo la impresión de ese momento, y recuerdo también, como su rostro dibujaba una sonrisa inmensa, que denotaba felicidad suprema. Mi madre, en ese instante no pudo reprimirse, comenzó a llorar estrechándose también entre sus poderosos brazos.
Mi padre había aparecido ante ella en plena juventud; vestido con una camiseta blanca de tirantes y unos pantalones, del mismo color , que le llegaban hasta el tobillo. Tal y como vestía cuando, por primera vez, se conocieron.
Permanecieron mucho tiempo juntos hasta que, en un momento de gloria como jamás he vuelto a experimentar, mi padre extendió su mano hasta tocar su frente. En ese supremo instante, su rostro y su cuerpo comenzaron a rejuvenecer, hasta alcanzar su máximo esplendor físico y mental.

(De El Mundo Mágico de Matsu Higa, 2006).

 

 

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