ORTIZ, Lourdes

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ORTIZ, Lourdes

Biografía

Lourdes Ortiz Sánchez nació en Madrid en 1943. Es licenciada en Geografía e Historia por la Universidad Complutense de Madrid, y Catedrática de Teoría de Historia del Arte en la Real Escuela Superior de Arte Dramático, institución que dirigió entre 1991 y 1993.

Colabora en diversos medios periodísticos (El País, El Mundo, Diario 16…), radiofónicos (Así es la vida, de RNE) y televisivos (La Mirada Crítica de Telecinco). Ha participado activamente en coloquios y mesas redondas sobre distintos temas relacionados con la vida política y social, con la situación de la mujer y, sobre todo, con su actividad literaria.

 

Obra

NARRATIVA
Andrés García, de 19 años de edad (1969, inédita).
Luz de la memoria (1976).
Picadura mortal (1979).
La caja de lo que pudo ser. (1981). Cuentos.
En días como éstos (1981).
Urraca (1981).
«Paisajes y figuras» (En Doce relatos de mujeres) (1982). Cuento.
Los viajeros del futuro (1982). Cuentos.
Arcángeles (1986).
Los motivos de Circe (1988). Cuentos.
«Alicia» (En Cuentos eróticos) (1988). Cuento.
«Tomás» (En Narradores contemporáneos) (1988). Cuento.
«Mona Lisa» (En Fragüen in Spanien Erzähiungen) (1989). Cuento.
«Y te lo hace en 3 D» (En Los pecados capitales) (1990). Cuento.
Cenicienta y otros relatos (1991). Cuentos.
«Salomé» (En Die Orange ist eine Frucht des Winters, spanishes Lesebuch) (1991). Cuento.
Antes de la batalla (1992).
«Las nalgas: La confesión» (En Verte desnudo) (1992). Cuento.
«El espejo de las sombras» (En Cuento español contemporáneo) (1993). Cuento.
«Dei Pobacken: Das Geständnis» (En Ich will dich nackt) (1993). Cuento.
La fuente de la vida (1995).
«El inmortal» (En Cuentos de este siglo) (1995).Cuento.
«El puente» (En Érase una vez la paz) (1996).
«Entremés, el Inocente» (En El libro de la inocencia) (1997). Cuento.
«Penélope» (En Rainy days) (1997). Cuento.
Fátima de los naufragios: relatos de tierra y mar (1998). Cuentos.
«El sabueso» (En Historias de detectives) (1998). Cuento.
«Dánae 2000» (En Vidas de mujer) (1998). Cuento.
«Adagio» (En Cuentos solidarios) (1999). Cuento.
La liberta (1999).
«Crucigrama» (En De Madrid… al cielo) (2000). Cuento.
Cara de niño (2002).
«Asco (contra la guerra)» (2002). Cuento.
«Impacto y pavor» (En: La paz y la palabra) (2003). Cuento.
Las manos de Velázquez (2006).
Voces de mujer (2007).
El jardín de Aixa (2007).
Ojos de gato (2011).
Penélope (2018).

POESÍA
«Árboles» (En La voz de los árboles) (1999).
«Desconcierto» (En colectivo Esperanza) (2000).

TEATRO
Las murallas de Jericó (1979).
Penteo (1982).
Fedra (1984).
Yudita (Los motivos de Circe) (1986).
Cenicienta (En Los motivos de Circe) (1988).
Electra-Babel (1991).
El cascabel al gato (1996).
Dido en los infiernos (1996).
El local de Bernardeta A (1999).
La guarida (1999).
Aquiles y Pentesilea ; Rey loco : IX Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos (2001).
Carmen (2002).
Aquiles y Pentesilea (2016).

ENSAYO
Escritos políticos de Larra (1967).
Comunicación crítica (1977).
Conocer Rimbaud y su obra (1979).
El cuerpo de la mujer como expresión simbólica (1982).
El Cairo (1985).
Camas (1989).
El sueño de la pasión (Los cambios en la concepción y la expresión de la pasión amorosa a través de los grandes textos literarios de la tradición occidental. Desde la antigüedad hasta el siglo XIX) (1997).
La sombra del actor (Técnica actoral) (1999).
Las mujeres en Honduras (escrita en colaboración con Belén Aznar de Miguel) (2005).
Don Juan, el deseo y las mujeres (2007).

TRADUCCIÓN
BOURDIN, Alain: Que ha dicho verdaderamente Mac Luhan (1973).
JOLIVET, Jean: La filosofía medieval en Occidente (1974).
FLAUBERT, Gustave: Las tentaciones de San Antonio (1975).
LURIA, Aleksander Romanovich: Lenguaje y comportamiento (1984).
VILAR, Pierre [ et. al. ]: El feudalismo (1992).

Premios

 

1995: Finalista del XLIV Premio Planeta con La fuente de la vida.
2006: Ganadora del I premio «El Espectáculo teatral» con La guarida.

 

 

Poética

 

Sólo en las páginas de la novela, en el poema o en el brillante ensayo está el secreto del autor, esa savia destilada, construida, que nos comunica momentos, vibraciones, intensidades de un universo propio que es también mágico, demiúrgico, ajeno a su propio conocimiento. […] Toda la verdad está en la obra y ahí, en la obra, cada uno descubre pedazos del autor, vida propia, obsesiones, miedos.
(De Patricia Highsmith, A merced del viento, prólogo de Lourdes Ortiz, Madrid, Espasa-Calpe, 1993, pp. 10-11)

Podría decir que no soy una escritora regular. Puedo escribir mucho en un momento y aparecer temporadas en donde no escribo. Supongo que son momentos en que las experiencias van entrando. Siempre digo que la voz de un escritor está hecha de un cúmulo de voces interiores y de sumas de experiencias, una voz a partir de las lecturas que hemos realizado, a partir de los escritores que hemos amado, a partir de las experiencias vivenciales. Pero lo que más forma a un escritor no es la vida, es muchas veces, un cúmulo de lecturas que te crean tu propia voz. Hay un magma dentro: cuando escribes eso va saliendo y en muchas ocasiones te sorprende a ti mismo. Es una aglomeración de riqueza que no sabes de dónde viene. Esa riqueza sale de repente al papel porque se ha amado la escritura de los otros. A partir de ahí, y con las propias riquezas, se crea una voz que tendrá una cierta destilación y riqueza, con el mayor o menor don que uno tiene porque el que ha estado en relación con y metido en la lectura aprende a escribir.
(De Josefina de Andrés Argente, Lourdes Ortiz (1943), Madrid, Biblioteca de Mujeres, 2003)

La literatura nos permite profundizar, buscar en los huecos de la vida de los personajes históricos que el historiador no puede permitirse abordar. […]

Hago dos tipos de obras de teatro. Hay una serie de obras que escribo porque me apetece: no mido el número de personajes ni me planteo si es comercial o si se puede representar; suelen estar basadas en la mitología o tienen un lenguaje poético con una riqueza diferente y están destinadas, directamente, a grupos experimentales. Y hay otras, como El cascabel al gato, El mundo del revés, o La guarida, que he escribo como un reto: yo he sido profesora de la RESAD y me planteaba ejercicios de escribir obras representables para los alumnos. La guarida es de estas obras: quería escribir una obra de una cierta complejidad pero que, al mismo tiempo, fuera comercial y sencilla. Escribí un texto con la típica situación cerrada, en la que unos personajes llegan por casualidad a un lugar y, a raíz de ello, se crea una situación absurda y se desencadenan una serie de conflictos.
(De http://www.edicionesirreverentes.com/entrevistas/lourdes_ortiz.htm)

 

 

 

Texto

 

Tengo miedo; Urraca, la reina, está asustada. Y sólo la escritura es redentora, porque, aunque mentirosa, reconstruye las sonrisas, revive el odio, la mano que sostiene la espada, la que se agarra al sexo y lo sacude. Todos son gestos, pero ya no escribo para esa historia que debiera reivindicarme; escribo porque estoy sola y tengo frío, tanto frío como debió sentir García, encerrado en la Torre de Luna.
La historia se recompone como fábula y los muñecos que he creado me desbordan y me exigen cuentas. Cuentas, ¿de qué?, ¿a quién?, ¿a esa mujer de cuarenta y tres años que tiene ya las sienes blancas y, tumbada en el jergón, aguarda el pan y la cocina que dentro de un rato vendrá a traerme el hermano Roberto?
Por eso he de escribir, porque al hacerlo, estas paredes húmedas, donde se marcan las yemas de mis dedos, dejando huellas sobre el musgo, se derrumba y lo de afuera penetra y el campo se hace gris, marrón, dorado, granizo y agua; la luna se refleja una vez más en ese río Tajo que tantas veces crucé y en cuyas aguas me bañé de niña; el agua del río y aquel mar azul, temblón, que se parece a esto que ahora intento. La escritura es como las olas que recomponen un todo; palabras que son espuma que se deshace en cuanto se aíslan. Cada letra suelta… esta R persistente de mi nombre, esa U que se alza a los cielos como el águila… la letra sólo, inútil, por toda compañía.
La escritura me devuelve sombras, pero si voy a morir quisiera tenerles a todos a mi lado, aunque puede ser que nunca estuvieran tan próximos como ahora, cuando soy yo la que les da vida, la que les concede el don de la palabra. Sin mí son muecas, rostros vacíos y quizá era esa mi tarea: dar sentido, a pesar de que mi propósito así quede burlado, ya que mi venganza es sólo rescate y memoria, perduración, tiempo recobrado. Mi hijo y Gelmírez, mi padre y Alfonso me deberán el ser y ni siquiera las manchas y la sangre pueden contra la persistencia.
(De Urraca, Madrid, Debate, 1998, pp. 165-166)
 

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