MUÑOZ QUIRÓS, José María

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MUÑOZ QUIRÓS, José María

Biografía

Nacido en Ávila en 1957 donde reside en la actualidad. Es Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca, Catedrático de Lengua y Literatura de Enseñanza Secundaria y Tutor de Literatura y Crítica Literaria del Centro Asociado de la UNED de Ávila. Además de su labor docente, coordina el Instituto de la Música y de la Cultura del Ayuntamiento de Ávila y dirige la revista cultural El Cobaya.

Es Académico de Número de la Academia Poesía de Castilla y León. Su dilatada labor como poeta cuenta ya con más de quince títulos que van desde En una edad de voces, primer libro suyo, publicado en 1982, hasta El cuaderno de invierno (2000).

Colabora en diversas revistas literarias y en los suplementos culturales de distintos periódicos españoles. Ha sido seleccionado para diversas antologías –Cauces (1995), Cuarta Antología Adonais (1992), Antología Milenio. Última poesía española (2000), Todos o casi todos, antología de la poesía visual (2004), etc.- y ha realizado ediciones críticas de poetas, como J. J. Aleixandre y Jesús Hilario Tundidor, y del autor teatral José M. Rodríguez Méndez.

Ha publicado también una edición para niños de la obra de San Juan de la Cruz con María Victoria Reizábal y participado con artistas plásticos en publicaciones como Lirios con Florencio Galindo, El arrabal de Ávila con Carmelo San Segundo, Orígenes con el pintor Díaz-Castilla y Momentos con el fotógrafo José Luis Díaz.

Obra

POESÍA

En una edad de voces (1982).
Ternura extraña (1983).
Razón de Luna (1984).
La Estancia (1986).
Carpe Diem (1987).
Naufragios y otras islas (1988).
Ritual de los Espejos (1991).
Rosa Rosae (1995).
Memorial (1995).
El sueño del Guerrero (1995).
Quince años no es nada. Antología (1997).
Dibujo de la Luz (1998).
El fuego inhabitable (1999).
Material Reservado (2000).
El cuaderno de invierno (2000).
El don de la palabra (2002).
Celada de piedra (2005).
Ausencias (2007).
La soledad del pájaro (2007).
El color de la noche (2008).
El rostro de la niebla (2009).
El temblor de las libélulas (2011).
Ternura extraña (2013).
Las palabras distraídas (2015).
Tiempo y memoria (2015).
Femenino singular (2015).
La voz del retorno (2015).
Inalterable luz (2017).

OTROS

Ávilas (1994). Prosa poética
Ávila desde la noche (1999). Libro de viaje.
En Ávila mis ojos (2000). Artículos periodísticos.
El don de la palabra (2002). Artículos periodísticos.
El universo de la rosa (2002). Prosa poética.

Premios

1984: Premio Ateneo de Salamanca por Razón de Luna.
1986: Premio Nacional de Poesía Gredos por La Estancia.
1988: Premio Jorge Manrique por Naufragios y otras islas.
1990: Accésit del Premio Adonais por Ritual de los Espejos.
1994: Premio «Tiflos» de Poesía por El sueño del Guerrero.
1995: Accésit del Premio Rafael Morales por Rosa Rosae.
1997: Premio de Poesía «San Lesmes Abad» en su XXIV edición por El cuaderno de invierno.
1998: Premio Fray Luis de León de Poesía por Dibujo de la Luz.
1999: Premio Ciudad de Trujillo por El fuego inhabitable.
1999: Premio de Poesía «Jaime Gil de Biedma» en su IX Edición por Material Reservado.
2005: XVI Premio Internacional de Poesía San Juan de la Cruz por Celada de piedra.
2007: XI Premio de Poesía Ciudad de Salamanca por El color de la noche.
2009: Premio Alfons El Magnánim «Valencia» de poesía en castellano por El rostro de la niebla.
2011: Premio Ciudad de Cáceres por El temblor de las libélulas.
2016: XLII Premio Internacional de Poesía Rafael Morales por Para volver al sur.
2017: Premio bienal de poesía «Elena Gorrochategui».
2018: XVII Premio Nacional de las Letras Teresa de Ávila.

Poética

La poesía debe ofrecernos el aleteo necesario que nos sitúe en la orilla más verosímil del mundo, en ese impensable rincón en el que alguien nos dicta al oído palabras nunca antes dichas. La poesía debe enfrentarnos con el designio de un mundo lleno de ritmos que nos obligan a claudicar en los labios de la melodía insobornable de la sin razón. Deseamos una poesía para encontrarnos en el tiempo que ya no tiene medida y que es lo suficientemente amplio como para ocuparse de nuestra soledad y de nuestro desasosiego. Con la poesía damos fe de vida y decimos con un lenguaje posible lo que es imposible de decir de otra manera y que solo a través de su palabra podemos expresar.
(José M. Muñoz Quirós, El don de la palabra, Valladolid, Academia Castellana y Leonesa de la Poesía y Editorial Azul, 2002, p.84.)

 

Texto

CARTA (1997)
«padre, perdóname, no haré más versos».
Ovidio

Padre, perdóname, no haré más versos,
aunque me hunda en el vano vacío
de no existir, y muera, como pájaro
enjaulado en su cárcel a la que tanto ama
y de la que nunca pensó que escaparía.
Padre, perdóname, no haré más versos,
ni soñaré que algo no tangible me salude
cuando despierto, cuando sólo es de día
para los que tienen oficio más decente.
Perdóname. Los versos sólo pueblan
escaparates de nostalgia, luz oscura
y veneno tan agrio como un beso
premiado por ser dócil, por ser siempre
sólo uno más en el cubil del mundo.
Padre, perdóname. No haré más versos.

(De Quince años no es nada 1997).

LA PALABRA (2001)

Venturoso
quien pueda sentir en el camino
el paso sosegado
de quienes precedieron
su andadura en el tiempo,
de quienes
en el vaso del amor antes fueron
pasión y yugo, noche,
llama ardorosa y fruto.
Venturoso quien sepa
dónde se esconde el día
tras la noche y sus goces,
tras el silencio del cristal
que augura
transparencias más hondas.
y siempre venturoso sea
quien reconozca en el vivir
el florecer del labio
al pronunciar palabras
nunca dichas.

(De Las palabras del tiempo, 2001).

 

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