MOLINA FOIX, Vicente

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MOLINA FOIX, Vicente

Biografía

Vicente Molina Foix nace en Elche, en Alicante, en 1946. Estudia Derecho y Filosofía y Letras. Reside ocho años en el Reino Unido, donde se gradua como Master of Arts en la Universidad de Londres e imparte durante tres años clases de literatura española en Oxford. En España ha sido profesor de Filosofía del Arte en la Universidad del País Vasco. Entabla amistad con Juan Benet, Vicente Aleixandre, Javier Marías y Guillermo Cabrera Infante.

Su carrera como escritor se inicia con 24 años, cuando José María Castellet lo incluye en su famosa antología Nueve novísimos poetas españoles, de 1970. Pero no volverá a publicar otro libro de poesía hasta 1990, año en que se edita Los espías del realista. Otros géneros han llamado su atención. Este «escritor mestizo» -así se denomina- también ha escrito novelas, ensayos, obras de teatro y guiones de cine; ha traducido a Shakespeare, a Kubrick y a otros, y ha escrito y dirigido una película: Sagitario.

 

Obra

NARRATIVA

Museo provincial de los horrores (1970).
Busto (1973).
Los padres viudos (1983).
La comunión de los atletas (1979; 1989).
La quincena soviética (1988).
La misa de Baroja (1995).
La mujer sin cabeza (1997).
El vampiro de la calle México (2002).
El vampiro de la calle Méjico (2002).
El abrecartas (2006).
El invitado amargo (2014).
El joven sin alma (2017).                                                                                                                        Las hermanas Gourmet (2021).

POESÍA

Nueve novísimos poetas españoles (1970). Antología de J. M. Castellet.
Los espías del realista (1990).
Vanas penas de amor (1998).
La musa furtiva (2012).

TEATRO

Los abrazos del pulpo (1985).
El viajero indiscreto (1988).
Hamlet (1989). Traducción de Shakespeare.
El mercader de Venecia (1992). Traducción de Shakespeare.
Don Juan último (1992).
La madre invita a comer (1994).
Seis armas cortas (1998).
Romeo y Julieta (2005). Traducción de Shakespeare.
Dos tragedias griegas (2018).

ENSAYO

New cinema in Spain (1977).
Fan fatal (1985).
El cine estilográfico (1993).
La edad de oro (1996).
El novio del cine (2000).
Manuel Gutiérrez Aragón (2003).
98 y 27 : dos generaciones ante el cine (2005).
Tintoretto y los escritores (2007).
El cine de las sábanas húmedas (2007).
Enemigos de lo real (escritos sobre escritores) (2016).
Kubrick en casa (2019).

OTRAS

Sagitario (2001). Película.
Claudio Monteverdi. Madrigales (2004).
Erik Satie. Piezas para piano (2004).
Elche, misterio y palmeral (2004). Junto a Gaspar Macià.
La festa o Misteri d’Elx, patrimonio de la humanidad (2007) Junto a
Joan Castaño y Alfons Llorenç.
El dios de madera (2010).

Premios

1973: Premio Barral por Busto.
1983: Premio Azorín por Los padres viudos.
1988: Premio Herralde por La quincena soviética.
2002: Premio García-Ramos de Novela por El vampiro de la calle Méjico.
2006: Premio Salambó por El abrecartas.
2007: Premio Nacional de Narrativa por El abrecartas.
2007: Premio Arzobispo Juan de San Clemente por El abrecartas.
2015: Premio de la Crítica Valenciana por El invitado amargo.                                                    2022: Académico de honor de la Real Academia Gallega de Bellas Artes.

Poética

«Soy un escritor mestizo. yo siento que esa es mi gran ventaja, aunque tengo la impresión de que es considerada por los otros como un handicap. Para la gente del cine y del teatro, yo soy un escritor de visita en su mundo; para los escritores, soy poco serio y sospechoso. Aunque yo me siento básicamente un escritor. Escribir ópera, traducir a Shakespeare o a Kubrick son variaciones del hecho de escribir. No soy menos escritor por meterme en otros géneros, sino al contrario.»
«Yo antes de traducir los diálogos de películas apenas dejaba dialogar a mis personajes. La experiencia de traducir películas, desde las de Kubrick a Gremlins, me ha permitido soltarle la lengua a mis personajes. El teatro y el cine tienen algo percutante, algo que tiene que funcionar sí o sí. Aunque mi novela no tiene nada de cinematográfico, y mi cine, nada de literario. me cargan las películas literarias -tipo Marguerite Duras o Greenaway, que me repatea-, o esas novelas como Perdita Durango, que parecen películas, ligeras de imágenes o sincopadas. Eso no me interesa nada. Mis maestros siguen siendo Henry James y Proust en la literatura. Y en el cine, Hitchcock y Pasolini, que aunque era escritor hacía películas nada literarias.»

 

Texto

LA QUINCENA SOVIÉTICA (1988)

El día 14, bajo el punto de mira de las armas de los tres ejércitos, tuvo lugar el Referéndum, y por supuesto ganó el del miedo. La Ciudad Universitaria parecía al día siguiente un campo de maniobras, y la única respuesta posible en la explanada entre Derecho y Filosofía fue quemar los periódicos de la mala noticia, gritar de lejos no y dispersarse ante el nuevo avance de la policía. Dos prochinos de Químicas lanzaron cuatro cócteles Molotov al paso de un furgón policial, y aunque les salió con mala puntería también esa imprudencia temeraria fue aprovechada en contra de nuestros intereses por el régimen. Las vacaciones de Navidad se adelantaron con un cierre de todas las escuelas y facultades del distrito.
Celebramos las fiestas en una casa del barrio de Entrevías donde vivían nuestros compañeros burgaleses. En Nochebuena, cenando todos lo mismo que otros días, oímos por la radio el mensaje del Generalísimo, sin parar de reír cuando decía: «Tengo que preveniros de un peligro. Con la facilidad de los medios de comunicación, como la radiodifusión, el cine y la televisión, se han dilatado las murallas de nuesra fortaleza. El libertinaje de las ondas y de la letra impresa vuela por los espacios, y los aires de fuera penetran por nuestras ventanas, viciando la pureza de nuestro ambiente. El veneno del materialismo y de la insatisfacción contamina a la juventud universitaria española, con el resultado de que los fantasmas del neoliberalismo, el progresismo y el neutralismo ideológico han entrado ya en su recinto».
En Fin de Año brindamos con sidra mientras los camaradas obreros contaban conmovedoras escenas de afiliación masiva en sus talleres. Marcela, estudiante, cantó a las uvas, quizá con una copa de más, la futura alianza de la fuerza manual y el pensamiento en el seno del grupo de Burgos. Y la noche acabó con una ligereza. Saltamos demasiado en la calle, cuando los que vivíamos en el centro decidimos volver a casa, y hubo mareos, vómitos, una caída al suelo en redondo, una brecha en la frente. Y con ello el peligro. Acudieron a auxiliarnos unos vecinos, un policía municipal, dos borrachos de buena disposición, y a punto estuvimos de acabar la fiesta en la Casa de Socorro de Entrevías. Identificaciones. Curaciones. El peligro.
Afortunadamente, Marcela intervino con cordura, serena de repente por el viento helado o la propia alarma. Espantó a los samaritanos presentándose como estudiante de enfermería a punto de acabar, y curando al herido allí mismo, en el bordillo de la acera, con un torniquete de tira de enagua.
A las seis de la mañana, coagulada la sangre de la frente, pasamos por la Puerta del Sol cubierta de vidrios y de gorros aplastados de papel. A las siete, llevando los dos chicos al herido en brazos, entramos en casa, mientras Marcela, de nuevo alegre al pasar el peligro, canturreaba «La Internacional» a la velocidad de un bailable.

(De La Quincena Soviética, Barcelona, Anagrama, 1988, pp. 35-36).

 

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