MARTÍN DÍAZ, Rubén

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MARTÍN DÍAZ, Rubén

Biografía

Rubén Martín Díaz (Albacete, 1980) vive en La Gineta, un pueblo cercano a su ciudad natal. Tiene raíces extremeñas, su padre nació en un pequeño pueblo de la provincia de Cáceres llamado Casares de Las Hurdes. En 2010, el Ayuntamiento de Casares de Las Hurdes acordó por unanimidad de los miembros de su Pleno concederle el galardón de Hijo Predilecto. También, en 2010, fue galardonado como Albaceteño Distinguido en el apartado de cultura por la Peña de Albacete en Madrid, de la Casa de Castilla-La Mancha.

Ha publicado dos libros de poemas (obteniendo, con el segundo de ellos, un excelente reconocimiento por parte de la crítica), dos cuadernos de poesía y un cuaderno de relatos. Sus poemas han sido publicados en diferentes revistas y periódicos como 967Arte, Cultural Albacete, Poesía Digital, La estafeta del viento, Piedra del Molino, Barcarola, El problema de Yorick o Ex Libris.

 

 

Obra

POESÍA

Desde una ventana con vistas a la vida (2008).
Los límites humanos (2009).
Contemplación (2009).
El minuto interior (2010).
El mirador de piedra (2012).
Arquitectura o sueño (2015).
Fracturas (2016).

RELATOS

El arte de entender los naufragios (2010).
Azul nocturno (2016).

OTROS

Una generación de fuego (2013).

Premios

2008: Premio Nacional de Poesía para Jóvenes Poetas «Caja de Guadalajara-Fundación Siglo Futuro», por Contemplación.
2009: Ganador de la XV Edición del Certamen Poético Versos de amor «Memorial Francisco de Aguilar».
2009: Primer Premio de Poesía del Certamen de Jóvenes Artistas de Castilla-La Mancha, por Los límites humanos.
2009: Premio Adonáis, por El minuto interior.
2010: Premio Ojo Crítico de Poesía de RNE, por El minuto interior.
2012: Premio Internacional de Poesía ‘Hermanos Argensola’.
2015: Premio Internacional de Poesía Barcarola por Fracturas.

Poética

Texto

EL ORIGEN DEL MUNDO

Ahora duermes en tu pequeño cuerpo
como ceniza de una hoguera extenuada
y es hermoso contemplarte así,
tan pura y limpia,
blanca de luz
bajo la negra bóveda de la noche,
miel para estos ojos míos
que acarician tu sueño
de temprana luna encendida.

Pesa en el aire esta madrugada,
ya descuelga sus sombras,
su páramo
engulle todo lo que obró el día
y ahora es humo de nada.
Y así,
en este silencio transido
de entumecida lengua,
agotada de estar lamiéndote la piel
durante horas,
así te sigo amando,
con el pulmón manchado de sombras
a la espera de verte amanecer
en brazos de un nuevo día.

Eres el origen del mundo,
la gruta húmeda y aseada
donde nace esa luz
que otorga vida a las cosas.

Pero ahora, dormida en el descanso,
como una luciérnaga dulcísima
que inverna su gracia y su vuelo,
incubas el beso de la mañana
para poner tu sol sobre mis labios.

(de Contemplación)

EL MINUTO INTERIOR

He prendido las ascuas
y ya me siento a descansar un poco.
Una ligera bruma
ocupa los espacios descuidados
visibles entre encinas,
y sólo el frío,
que desciende del norte,
traspasa las paredes del silencio.
El cielo pinta
un paisaje nublado,
el aire desdibuja los caminos,
la luz flaquea
y estremece las formas.
No obstante,
parece la mañana
un apacible oasis alejado en el tiempo.
Nadie vendrá
-es enero profundo,
la gente no abandona sus hogares-,
y es mejor que así sea:
quiero pensar a solas
al lado de este fuego que enardece
los instintos del hombre.
Necesito escuchar mi propio pulso
como si fuera mío de verdad,
vivir este minuto prodigioso,
este tiempo interior en la quietud,
donde todo respira a través de mi cuerpo.
Y sospecho un fervor
que fluye de mis manos e ilumina,
en un lugar remoto de la Tierra,
la vida y sus asuntos.

(de El minuto interior)

 

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