GOYTISOLO, Luis

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GOYTISOLO, Luis

Biografía

Luis Goytisolo Gay nació en Barcelona el 17 de marzo de 1935. Es el menor de los tres hermanos que forman la saga literaria de los Goytisolo – los otros dos son Juan (1931) y José Agustín (1928-1999). Es licenciado en Derecho.

Sus primeras obras se inscriben dentro de unos planteamientos comprometidos con la realidad social de la España de la década de 1950, acordes con su postura de oposición al régimen franquista. Como consecuencia de sus actividades políticas fue detenido en 1960 a su regreso de Praga, circunstancia por la que estuvo preso en Carabanchel, cárcel que abandonó ese mismo año. Su obra maestra es Antagonía, en la que abandona los presupuestos del realismo crítico y cultiva la narrativa experimental, a través de una reflexión sobre la escritura novelesca en clave metaliteraria. Su obra está traducida al alemán, al francés, al italiano, al rumano y al polaco, entre otras lenguas. Es uno de los candidatos más recurrentes al premio Cervantes.

El 24 de marzo de 1994, avalado por Francisco Ayala, Gonzalo Torrente Ballester y Ángel Martín Municio, es elegido miembro de la Real Academia Española, en la que ingresa el 29 de enero de 1995 con un discurso contestado por Francisco Ayala.

En 1999 lanzó, con la colaboración de Elvira Huelbes, la Editorial Goytisolo, dedicada a la publicación de títulos relacionados con la familia. Ese mismo año publicó Escalera hacia el cielo, novela en que presenta una trama de enredos y equívocos propia de la comedia. Posteriormente ahondó en el experimentalismo literario con Diario de 360º (2000), Liberación (2003) y Oído atento a los pájaros (2006).

Sus últimas obras son El atasco y demás fábulas (2016), Coincidencias (2017) y Chispas (2019).

Obra

NARRATIVA

Las afueras (1959).
Las mismas palabras (1962).
Ojos, círculos, búhos (1970). Relatos.
Recuento. Antagonía I (1973).
Los verdes de mayo hasta el mar. Antagonía II (1976).
Una sonrisa a través de la lágrima. Relatos.
Devoraciones (1976). Relatos.
La cólera de Aquiles. Antagonía III (1979).
Teoría del conocimiento. Antagonía IV (1981).
Fábulas (1981). Este volúmen se reeditó en 2004, agrupando a los tres primeros volúmenes de este epígrafe. Relatos.
Estela de fuego que se aleja (1984).
Investigaciones y conjeturas de Claudio Mendoza (1985). Relatos.
La paradoja del ave migratoria (1987).
Estatua con palomas (1992).
Mzungo (1996).
Placer licuante (1997).
Escalera hacia el cielo (1999).
Diario de 360º (2000).
Liberación (2003).
3 comedias ejemplares (2004). Recoplilación de Mzungo, Placer licuante y Escalera hacia el cielo.
Oído atento a los pájaros (2006).
Cosas que pasan (2009)
El lago en las pupilas (2012)
El atasco y demás fábulas (2016).
Coincidencias (2017).
Chispas (2019).

ENSAYO

Ojos, círculos, búhos (1970).
Devoraciones (1976).
Fábulas (1981).
Investigaciones y conjeturas de Claudio Mendoza (1985).
El porvenir de la ficción (2002)
Ficciones (2004).
Naturaleza de la novela (2013)
El sueño de San Luis (2015).

Premios

1956: Premio Sésamo de cuentos
1959: Premio Biblioteca Breve por Las afueras.
1977: Premio Ciudad de Barcelona por Los verdes de mayo hasta el mar.
1984: Premio Nacional de la Crítica por Estela de fuego que se aleja.
1986: Premio Fundación Pablo Iglesias por Investigaciones y conjeturas de Claudio Mendoza.
1993: Premio Nacional de Narrativa por Estatua con palomas.
1994: Es elegido miembro de la Real Academia Española (sillón C mayúscula).
2013: Premio Anagrama de Ensayo.
2013: Premio Nacional de las Letras Españolas.
2018: Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en el Idioma Español.

Poética

 

Con cada novela que escribo, me propongo que la estructura forme parte del relato, siendo eso lo que distingue a unas novelas de otras.
No me expreso en conceptos, sino ofreciendo un relato que espero que provoque en el lector, también en mí, porque ahondo conforme voy escribiendo, descubrir más sobre su propia vida y sobre la vida en general, e incluso que cambie.
No soy partidario del suspense y nunca lo he practicado. Me parece un truco y una cosa de circo. Es como jugar con el lector. Yo prefiero anunciar más o menos lo que va a pasar, y eso no quita interés. No me guardo ninguna carta ni entro en ningún juego de prestidigitación. La novela transcurre como nuestras vidas. Todos tenemos un proyecto inmediato, pero ignoramos cómo va a suceder, sin que eso le reste emoción.
Observo la sociedad en la que vivo y creo que el concepto de escritor ya implica compromiso.
Literatura y viaje son sinónimos en muchas ocasiones. La emoción de llegar a un destino soñado es similar a la de dar comienzo a una lectura que sabemos grata, la emoción que embarga al lector según se adentra en las primeras palabras.
Los cambios de estructura son constantes en mis novelas. Desde la primera, he procurado que la estructura se adecuara a lo que pensase contar para que fuera parte de la historia.
Mzungo, Placer licuante y Escalera hacia el cielo son tres novelas intrascendentes. Son el contrapunto de las novelas ejemplares de Cervantes. Y además, soy consciente de los límites de mi obra. He escrito unas novelas que reconozco que son más ambiciosas que otras. Diario de 360º es una novela intergenérica y Liberación es una obra con elementos extragenéricos, una novela novela, de las mías.
La historia y la arquitectura novelística están siempre al servicio de lo que quiero contar. Soy muy cuidadoso al dar diversas voces narrativas. Utilizo la técnica de empezar por el final: esbozo a grandes rasgos lo que va a venir y que lo que venga sea previsible.
Creo más en el cómo que en el qué. A veces es mucho más terrible, porque si en una novela sabemos que un personaje termina mal, el reto es no defraudar al lector en ese curso. Y luego está lo inesperado, como la vida misma.
Este tiempo no es para la novela. No porque estén agotadas literariamente, sino porque la sociedad ha cambiado. No es obstáculo para que no aparezcan novelas de interés.
Las novelas no solo son un reflejo de su autor. Son formas de narrar.
La novela se va agotando lentamente. Los géneros no acaban de golpe. Nuestra cultura, entre el móvil, Internet y la televisión, lo abrevia todo. Hay un cambio del lenguaje, entonces, ¿por qué escribir una novela? La gente se ha vuelto muy impaciente, zapea constantemente la realidad. Necesitan cambiar. Se irán expresando no en la novela como la entendemos nosotros.
Algunos géneros como la novela histórica, negra, de ciencia-ficción, tienen fuerza, pero son, cada vez más, parte de un producto. Se escriben pensando en actores, por ejemplo.

 

Texto

La primera noticia de su llegada la tuve en Correos gracias a un comentario casual de Mario. Recuerdo que fue un sábado por la mañana, ya que San José caía en lunes y, en parte a causa del puente y en parte a causa del buen tiempo, el pueblo parecía casi tan animado como en verano. Además, Pascua, estaba al caer, y eso también contribuía al ambiente festivo que se respiraba. El Mario estaba contando a sus dos o tres contertulios habituales que alguien, la persona de la que hablaban acababa de pasar a recoger las cartas recibidas con anterioridad a su llegada. Es finlandés, pero habla el castellano bastante bien, decía; le he preguntado si se iba a quedar mucho tiempo: un poquito, me ha contestado, haciendo un gesto así con los dedos, como si aguantara un pequeño objeto entre el pulgar y el índice. Se ve que es un hombre importante, un escritor famoso de todo el mundo. Un poquito, repitió con sonrisa bobamente arrobada, apelmazada la cara no menos que el cerebro al blancor del sol reflejado en el mostrador. Mario se volvió hacia mí. ¿Conoce usted a un escritor finlandés que se llama Suil Yotgoylos?, me preguntó. Yo le dije que naturalmente que que sí, pero tengo la impresión de que, como además le pregunté en qué hotel se alojaba, aquel zoquete dedujo que yo le conocía personalmente, que éramos amigos.

(De Estela de fuego que se aleja, 1984)

 

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