Biografía
Nace en Málaga el 14 de abril de 1958. Licenciado en Filología Hispánica. Codirector de Canente Revista Literaria, así como de las colecciones publicadas por dicha revista. Desde 1995, coincidiendo con la edición de su último libro, decide tomar una firme actitud ante la literatura, concebida como una carrera de publicaciones, premios, galardones y estímulos ajenos a la propia creación. Desde entonces sigue escribiendo mas no publicando.
Obra
POESÍA
La danza de los espacios (1988).
Charol y seda (1990).
Cuatro tiempos (1991).
Un perfil, un poema, una actitud (1992).
Once meses de oscuridad (1993).
De nacimientos y premuras (1995).
Premios
Poética
«Parafraseando a Jaime Siles en su prólogo al libro La danza de los espacios, «un poema sobre algo ha de ser, forzosamente, un poema sobre todo. Porque si el algo aspira a todo, el todo respira sólo por el algo. Por eso la lectura se origina siempre en el fragmento: porque el fragmento es lo que el ojo ve, y la totalidad, lo que la inteligencia siente. El poema es un ver aquello que se siente, y un sentir aquello que se ve. Es disfrazarse de su propio disfraz. Los versos cifran el disfraz, disfraz de la cifra, cifra disfrazada de disfraz»».
Texto
Nevados vapores de café
Su grave acento nos indicaba
-al atardecer, cuando las hojas
preparan su cutis a la palidez lunar-
que existía más de un problema,
y el sur quedaba al norte de sus pasos,
por la mañana, vapor de café
en sus ojeras.
Aromas de nieve en su memoria
y el norte quedaba al sur de su vista,
y habíamos comprendido -por su acento-
que tenía problemas,
cuando la noche no aceptaba
las disculpas de sus ojos,
cuando en un árbol resbaló el viento
y los aromas de café por la mañana
o el nevado vapor de sus ojeras.
Y todo transcurría,
hasta el más mínimo detalle,
normalidad en su vientre,
en su joven diafragma,
pero la vista vuelta al oeste
y el Atlántico quedaba a su espalda
-al atardecer, cuando las parejas se preparan
para lo oscuro- y el silencio
se marchó con él,
como había venido,
como ya sabía,
con el sur en el norte,
con aromas de café en su memoria
y nevados vapores en sus ojeras.
(De La danza de los espacios, Málaga, Canente Libros, 1988, pp.51-52).