ENRÍQUEZ, Salvador

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ENRÍQUEZ, Salvador

Biografía

Salvador Enríquez nace en Granada el 22 el junio de 1942. Como autor teatral ha escrito más de una veintena de obras. Algunas han sido estrenadas, premiadas y/o publicadas. Los estrenos han tenido lugar en Granada y Madrid (España), Villa Mercedes, Salta y Buenos Aires (Argentina) así como en Ocotlán, Atequiza y Pátzcuaro (México). En narrativa ha escrito más de medio centenar de cuentos, los primeros publicados en dos volúmenes, algunos premiados y la mayoría publicados en suplementos culturales de prensa y en revistas literarias. En periodismo ha colaborado y colabora en medios de difusión, españoles e iberoamericanos, tanto en soporte papel como digital, con informaciones y comentarios sobre la actualidad teatral. También publica columnas de opinión sobre temas de actualidad. En agosto de 2002 creó la revista digital Noticias teatrales. Es miembro de la ACE (Asociación Colegial de Escritores) y de la AAT (Asociación de Autores de Teatro)

 

Obra

NARRATIVA

Octógono (1973). Relatos.
Garnatha y otras cosas del «homo erectus» (1977). Relatos.

TEATRO

El puente (1975).
Mirándose detrás de un espejo (1975).
Una agenda llena de grasa (1991).
Mirándose detrás de un espejo (1995).
La cuchara (2000).
La cara oculta de la humanidad (2000).
La cuchara (2000).
Bajo un pubis primerizo (2000).
Cuando den las tres (2001).
La próxima, Prosperidad (2001).
Yo, pecador (2002).
El hombre que no vio la mar (2003).
¡No… (Didascalia de mimo para ser leída) (2003).
El ascensor (2006).
En la distancia (2006).
Le llamaban Kafka (2006).
En la distancia – Versión Radioteatro (2007).
Yo, pecador – Versión Radioteatro (2007).
El ascensor (2007).
Un periódico en blanco (2008).
El ascensor (Amplio fragmento en la sección «Antología» del libro LENGUAJE Y COMUNICACIÓN (2009).
22 de diciembre (Monólogo) 2009.
Contigo en la distancia (2012).
El cercanías de las 7,30 (2014).
Entre dos velos (2016).
Habitación de hotel (Como en un cuadro de Hopper) (2019).
En línea (2020).

Premios

1962: Medalla de plata, Liceo Artístico de Granada.
1982: Primer Premio Periodístico el XII Certamen Literario «Villa Puebla de Montalbán» por el reportaje Tras los pasos del autor de La Celestina, publicado en el Diario de Las Palmas.
1983: Ciudad de Baza V Certamen Literario (Granada).
1986: Barahona de Soto (Lucena – Córdoba).
1999: II Certamen Textos Teatrales (Torreperogil – Jaén).
2000: Primer Accésit en el II Premio Doña Mencía de Salcedo (Noalejo – Jaén).
2001: Premio Andaluz de Teatro Breve 2001 (Málaga – España).
2005: Distinción como editor de la revista digital Noticias Teatrales (Eldorado (Misiones – Argentina).
2009: Alfiler de la Bufanda de Valle-Inclán, con motivo del Día Internacional del Teatro 2009 (Madrid).
2018: Premio XIX Certamen de Teatro Mínimo “Rafael Guerrero” por Habitación de hotel (Como en un cuadro de Hopper).

Poética

– «Comentan las malas lenguas que llegué a Madrid, procedente de Granada, con una maleta de madera y una montera de torero; no es cierto. Cuando lo hice, allá por 1964, traía una maleta de cartón, una máquina de escribir, un diccionario y. Además, muchas ilusiones… ¡las que aún no he perdido! Algunas no llegaron a realizarse, otras sí. Por ejemplo: pude comprobar, con asombro, que las escaleras mecánicas de «Galerías Preciados» existían de verdad, que el metro era una realidad y que el ascensor que yo vi en una película en la que salía la Red de San Luis, era auténtico. Comprobé que el edificio de Telefónica era realmente alto y que los teatros, con los que había soñado, se podían palpar.» (Charla titulada «De la clac y el pateo» en la Tertulia Lunes de Teatro de Madrid).

– «Hace años, cuando la función de estreno gustaba, con ese grito se reclamaba la presencia del autor de la obra en el escenario para que, junto con la compañía, saludara al público que le ovacionaba. Sin duda, se le daba al creador del texto la consideración merecida por su trabajo. Un trabajo, la creación del texto dramático, que no se realiza con materiales «preexistentes», sino con lo intangible de las ideas. Es bueno recordar la importancia del autor como originario del espectáculo, más aún ahora que en algunos medios, anuncios, gacetilla, notas de prensa… se prescinde de su nombre como si todas las funciones fueran creación colectiva (y si lo son se debería hacen constar). No es justo, ni ético, prescindir del nombre del autor del texto cuando, a veces, aparece hasta el de quien hizo el diseño del cartel. Por eso desde aquí gritamos: ¡El autor, el autor!» (En Noticias Teatrales, febrero 2004).

– «Aceptar expresarnos de forma «políticamente correcta» es caer en la globalización del pensamiento; uniformar las formas de actuar, razonar y expresarse, en detrimento del libre albedrío, de la diversidad de criterios (aunque algunos no nos parezca progresistas) y eliminar la opción de disidencia, algo muy sano para la evolución del ser humano. Lo progresista es aceptar da diferencia de criterios, opiniones y opciones, saber discutirlas y tener el valor de decir «yo no estoy de acuerdo con eso» por muy «políticamente correcto» que nos lo hayan querido vender. A fin de cuentas quienes venden son «los de arriba», no lo olvidemos.» (De la columna «Pesando en… Lo políticamente correcto», La Hoja de Vallecas, agosto 1999).

 

Texto

CUANDO EN LAS TRES (2001)

VOZ RADIO.- Manifestación… secuestrado… cercano el final… delincuentes… el país se manifiesta… (Siguen los rudos durante algunos segundos)
PEDRO.- (Inquieto) ¿Cercano el final? (Golpeando el transistor) ¡Maldita sea!… ¡Pero… qué final!
IGNACIO.- (Entra en escena por la derecha con la bolsa de desechos. A Pedro, de quién ha oído la última frase) ¿Ya? ¿Hay noticias?
PEDRO.- Malamente escuché que decían algo de que se acerca el final, pero… ¡vete a saber si el final es el..!
IGNACIO.- El de uno o el de otros ¿no? ¿Es eso lo que ibas a decir?
PEDRO.- (Con nerviosismo) ¡Sabes que solo hay un final posible: que suelten a los nuestros y les entregamos el suyo!
PEDRO.- (Con nerviosismo) ¡Sabes que solo hay un final posible: que suelten a los nuestros y les entregamos el suyo!
IGNACIO.- (Contundente. Gritando) Hay otro: que se nieguen a sacarlos de la cárcel y que tengamos que matar a este. No habremos resuelto nada: ellos tendrán un héroe y nuestros compañeros seguirán igual. Esto último es lo más fácil: ellos no pueden ceder ante las presiones; ellos, a estas negociaciones, les llaman chantaje. Además… (Sale muy deprisa por la puerta del fondo con la bolsa)
PEDRO.- (Inquieto, va tras Ignacio esperando que termine la frase) Además… ¿qué? ¡habla! (Sale de escena por la puerta del fondo)
(La escena queda vacía. Tras un breve silencio empieza a sonar el teléfono móvil que Pedro dejó sobre el catre. Hay una pausa y en el exterior se oye una ráfaga de ametralladora. Inmediatamente entra Pedro corriendo, como huyendo de alguien, con la pistola en la mano. Cruza la escena, sale de ella por la puerta de la derecha y se oye un disparo seco. La luz baja de intensidad hasta hacerse un oscuro y en él alguien da una pata a la puerta del fondo derribándola. Nuevas ráfagas de ametralladora en escena. Suenan tres campanadas y cae el TELÓN)

(De Cuando den las tres, Madrid, La Avispa, 2001 pp. 53-54)

 

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