CHICO, Álex

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CHICO, Álex

Biografía

Álex Chico (Plasencia, 1980). Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca. Fue cofundador de la revista Kafka y miembro del consejo editorial de La isleta del Moro. Ha publicado, entre otros, el poemario La tristeza del eco (Editora Regional de Extremadura, Mérida, 2008), y las plaquettes Nuevo alzado de la ruina (Vebo Blues Ediciones, Salamanca, 2005) y Las esquinas del mar (Vitolas del Anaïs, Granada, 2004). Ha ejercido la crítica literaria en diversos medios (Falsirena, La prensa de Zamora) y publicado sus poemas en diferentes revistas (Letra Clara, Contra Tiempo, La plaza humana, Nadadora). Fue antologado en el libro Poesía en La Tertulia y en Vitola de vitolas (Cuadernos del Vigía). Es autor, por ejemplo, de las novelas Telón de fondo y Los números impares, y del ensayo Antes del simulacro. Cine y literatura en el primer tercio del siglo XX.

 

 

Obra

POESÍA

Las esquinas del mar (2004).
Nuevo alzado de la ruina (2005).
La tristeza del eco (2008).
Escritura (2010).
Dimensión de la frontera (2011).
Un lugar para nadie (2013).
Habitación en W (2014).
Sesenta y cinco momentos en la vida de un escritor de posdatas (2016).
Vivir enfrente (2017).
Piedra de toque: quince poemas emergentes de Extremadura (2017).

NARRATIVA

Un final para Benjamin Walter (2017).
Los cuerpos partidos (2019).

ENSAYO

Antes del simulacro. Cine y literatura en el primer tercio del siglo XX (2009).

ANTOLOGÍAS

Poesía en la tertulia (2003).
Vitola de vitolas (2003).

 

Premios

 

2005 y 2006: Ayuda a la creación, narrativa y ensayo. Junta de Extremadura.

 

 

Poética

 

Escribir es, al cabo, una forma de defenderse del lugar que ocupamos. Un cauce desde donde interpretar lo que nos rodea. Metafóricamente, tendría la labor de una ventana, en el extremo de una habitación vacía. Su labor, prevenir y la vez exponer ese espacio en penumbra. Como si su tarea fuera la de permitir observar y, al mismo tiempo, ser observada.
Cuando le preguntaron a Saul Bellow cómo se sentía después de ganar el Premio Nobel, respondió: «No lo sé. Aún no escribí sobre eso» Esa es la misma relación que mantengo con la escritura: la de dirigirme hacia aquellos lugares que aún desconozco y que, sin embargo, ya han acontecido en mi vida.

 

 

 

Texto

 

PRIMER MOMENTO

Lo más extraño del viaje
es no saber hacia dónde se regresa.

Acaso diría Walter Benjamín
que en esos lugares parece haber pasado todo
lo que aún nos espera.

LA CIUDAD

He vuelto.
Con todo mi cuerpo intento descifrar
cada uno de los avatares de estas esquinas.
El nombre de la ciudad
poco importa (sospecho que, tras la lectura
del poema, se acabará olvidando).
Sólo vine hasta aquí para rehacer el mismo recorrido,
vigorizar por unas horas las habitaciones,
los pasajes de mi juventud envueltos en ámbitos repetidos.
De la plaza al puerto,
y desde el puerto a un hogar que, cada vez,
intuyo más lejos.

Mi situación en este lugar ya la explicó Albert Camus:
no poseo nada, no imagino nuevas voces para el reencuentro.
Una despedida me acaba acercando
hacia ese vínculo exacto, concreto,
estancado en las horas que vi pasar
en esta distancia perpetua.
Desde fuera, veo cómo participan en tertulias,
acólitos librescos que se agotan en la biblioteca, y no me reconocen.
Me detengo sobre el lomo de un libro de Leopardi,
o sobre algún manual de literatura contemporánea
en donde los nuevos nombres
recapacitan sobre la idea de regreso.
(«Ya llegué. He vuelto»)

Este pueblo
(o ciudad, según el último censo)
sólo me reserva un lugar en sus orillas,
no en su esencia.
Encontrarme de nuevo en sus calles
y pasear telúricamente, como un oriundo
más de la zona, es, lo admito, una ilusión
imposible.
La vida que para mí dejaron
en este territorio
continúa siendo un lugar de la memoria.

De La tristeza del eco (Editora Regional de Extremadura, 2008)

LA SOMBRA EXTRANJERA

Así has concebido esta permanencia,
cuando no esperas que el cielo se proteja
más que a sí mismo.
Minado se refleja el camino
en esta oscuridad remota del paisaje.
Aunque sientas agotada
esta luz que se abre paso,
y cierres la ventana con tanto ímpetu
como nostalgia.
Aunque recuerdes, bien entrada la noche,
los designios que iba a cruzar tu vida paso a paso.
Es esta oscuridad la que te ha cercado,
sitiándote entre los dos puentes que cruzan la orilla.
Es esta incertidumbre de no esperar nada,
aguardando con poca luz la urgencia de un nuevo día.
No hay novedad que pueda resolver tu estancia,
ni permanencia que consiga liberar este espacio
alterado en la ceniza.
Pocas palabras esperas
con el tiempo,
porque la soledad ahora es otra,
y son otras las voces que lideran el camino.
Vuelves a ser un extranjero de tu propia lengua.

De Más allá del Sur, inédito.

INSTANTE

Ciertos lugares conservan el paso
de los que se detienen, y deciden -al cabo –
observar lo que les rodea.
Sin más interés que el de permanecer allí
por algún tiempo.
Esos territorios en donde el instante
pretende ser perpetuo,
cercados en un bosque
con una explanada verdosa en su centro.
En esos lugares se aprende a decir: lo desconozco.
De ahí su condición inabarcable: siempre quedarán
sujetos a una duda.
Un espacio -un lugar – que acaba por no saberse
si existió, y logrará subsistir en la distancia.
Donde no ha ocurrido nada y sin embargo
se logra no haber sido nunca.

De Tiempo después, inédito.

 

 

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