CATALÁN, Miguel

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CATALÁN, Miguel

Biografía

Miguel Catalán nació en Valencia el 29 de enero de 1958. Cursó estudios primarios en el Patronato de la Juventud Obrera; de enseñanza media, en el Instituto Luis Vives; y de enseñanza superior, en la Universidad de Valencia. Profesor de Pensamiento político de la Universidad UCH-CEU, hizo la tesis doctoral sobre el pragmatista John Dewey, a quien dedicó tres de sus libros: Pensamiento y acción, Proceso a la guerra y Ética de la democracia. En los márgenes de esa área filosófica se mueven libros como El manuscrit cremat, texto inclasificable, y el Diccionario de falsas creencias (2002), una compilación de los errores de la llamada sabiduría popular que manifiesta por primera vez el interés del autor por los temas de la falsedad cotidiana. Desde su primer artículo en 1995 sobre la ilusión interesada, “El prestigio de la lejanía”, su principal proyecto de investigación lo constituyó un vasto tratado en torno a los temas del engaño y la mentira, que lleva el título general de Seudología. El año 2004 se publicó el primer volumen, El prestigio de la lejanía. Ilusión, autoengaño y utopía. Dedicado al tema preliminar del autoengaño, este libro revisa las distintas formas y técnicas de autoengaño. El segundo título de ese tratado en marcha es Antropología de la mentira, que se ocupa de los fundamentos antropológicos de las prácticas engañosas, en concreto los vinculados al lenguaje, la inteligencia y el libre albedrío. El tercer volumen se titula Anatomía del secreto (2008) y estudia el disimulo como forma de defensa en relación con las nociones de intimidad, secreto y vida privada. El cuarto tomo de Seudología fue publicado con el título de La creación burlada (2013) y se ocupa del engaño metafísico. Al margen de su trabajo filosófico, Catalán publicó novelas como Te morirás sin saberlo (1996) y El último Juan Balaguer (2002), dos libros de cuentos llamados Sólo por si acaso (1999) y Breve historia (2004) y el relato Bajo el umbral (2003). También cultivó la micronarrativa y el pensamiento breve en sus libros de paradojas El sol de medianoche (2001) y La nada griega (2013).  Falleció el 23 de septiembre de 2019.

 

Obra

NARRATIVA

Te morirás sin saberlo (1996). Novela.
Sólo por si acaso (1999). Relatos.
El manuscrit cremat (2000).
El último Juan Balaguer (2002). Novela.
Bajo el umbral (2003).
Breve Historia (2004). Relatos.
La isla del mundo (2015).
Perdendosi (2016).

ENSAYO

Pensamiento y acción (1994).
Conversaciones Valencianas (1995).
Proceso a la guerra (1997).
Códigos éticos de publicidad y marketing (2000). En colaboración con Hugo Aznar.
Diccionario de falsas creencias (2001).
El sol de medianoche. 111 paradojas (2001).
Escritores en la biblioteca (2002).
El prestigio de la lejanía. Ilusión, autoengaño y utopía (2004).
Antropología de la mentira (2005).
El area ciega (2005).
Anatomía del secreto (2008).
La creación burlada (2012).
La nada griega (2013).
La ética de la democracia: sobre la política de John Dewey (2013).
El prestigio de la lejanía. Ilusión, autoengaño y utopía. Seudología I (2014).
La ventana invertida y 130 paradojas más (2014).
La sombra del supremo (2015).
Ética de la verdad y de la mentira (2015).
La isla del mundo (2015).
Franz Kafka, o, la acusación como condena (2016).
Mentira y poder político. Seudología VII (2017).
La santa mentira: Seudología IX (2018).
Suma breve. Pensamiento breve reunido (2001-2018) (2018).
Suma y sigue (2019).
La alianza del trono y el altar (2019).
La sombra del Supremo (2019).
La mentira nociva (2020).
La traición: Seudología XII (2020).
La mentira benéfica (2020).

CAPÍTULOS DE LIBROS

«Ideal del yo, narcisismo y cumplimiento», en VV.AA., Homenaje a Gil-Albert, pp. 25-43. (1994).
«Una versión del Libro de Oro», en VV. AA., Sonata pianoforte, pp. 165-180. (1997).
«William Shakespeare y la ópera», en Artes en Paralelo, pp. 83-94. (2000).
«Palabra y sanación: Ordet de Carl Theodor Dreyer», en La filosofía y el cine, pp. 179-187. (2002).
«La imagen del dolor. La representación del sufrimiento y la muerte en la información audiovisual», en Veracidad y objetividad. Desafíos éticos en la Sociedad de la Información, pp. 166-176. (2003).
«Pluralismo, tolerancia y democracia. La perspectiva norteamericana en el primer tercio del siglo XX», en VV. AA., Pluralismo. Perspectivas políticas y desarrollos normativos pp.85-110. (2004).
«Mentira y poder político», en Estrategias de la desinformación, pp. 131-156. (2004).

Además de numerosos artículos de pensamiento (Er, El Basilisco, Diálogo filosófico, Daímon, Paideia, Agora, Comunicación y estudios universitarios, Quaderns de filosofia y ciència, Télos, Claves de la Razón Práctica, Espinosa, Debats, Atenea Glam, República de las letras, Amnis, Revue de Civilisation Contemporaine de l’Université de Bretagne Occidentale) literarios (Los Cuadernos del Norte, Anthropos, Boletín del Club Náutico EL PERELLO, Leer, Espéculo, Caracteres literarios, Cuadernos del Sur, El Mono-Gráfico) o sobre cinematografía (Mitemas). La lista completa puede consultarse en la web personal del autor: «http://www.miguelcatalan.net/bibliografia_de.htm»

TRADUCCIONES

R. W. Emerson, «Ética literaria», en Caracteres literarios, II , pp. 83-99. (Disponible en:
http://es.geocities.com/caracteresliterarios/eticaliteraria.htm) (1999).
J. Ruskin y M. Proust, Sésamo y lirios / Sobre la lectura (2003).
Querida Lola de Jean Chalon (2005).

OTROS

«Introducción» a John Ruskin y Marcel Proust, Sésamo y lirios / Sobre la lectura, Valencia, Universidad de Valencia, 2003, pp. 9-26.
«Introducción» a César Simón, Papeles de prensa, Valencia, Alfons el Magnànim, 2003, pp. 7-10.
«Prólogo» a Francisco Candel, Donde la ciudad cambia su nombre, Unidad Editorial, Valencia, 2003, pp. 3-6.
«Prólogo» a Francisco Agramunt, Rafael Sempere, Valencia, Diputación de Valencia, 2004, p. 14.
Diccionario lacónico (2019).

Premios

1998: Premio Internacional de Ensayo Juan Gil-Albert por El prestigio de la lejanía.
2001: Premio de Ensayo Alfons el Magnánim Alfons el Magnànim Genealogía del engaño: historia y mito (inédito).
2002: Premio de la Crítica Valenciana a la mejor obra narrativa publicada por un autor de la Comunidad Valenciana por El último Juan Balaguer.
2004: Premio de la Crítica Valenciana al mejor ensayo publicado por un autor de la Comunidad Valenciana por El prestigio de la lejanía.
2005: Premio Ángel Herrera por sus investigaciones en el ámbito de las ciencias sociales durante el periodo 2002-4.
2007: Premio Juan Gil-Albert.

Poética

«-Usted cultiva tanto la literatura como el pensamiento. ¿Se considera más bien escritor, o más bien filósofo?
-Ambas cosas. En otras tradiciones europeas, como la francesa o la anglosajona, esta deriva de la escritura se considera un mérito. En España, por motivos que nunca he terminado de entender, sucede más bien al contrario. Quizá por ese tipo de pensamiento excluyente del «O esto, o lo otro», que ha hecho tanto daño en otros ámbitos. Pero tal falso dilema supone, desde luego, una limitación de nuestra experiencia. Ciertos autores sólo dieron lo mejor de sí cultivando tanto la ficción como el pensamiento: Nietzsche, Unamuno o Chesterton; ahora Susan Sontag en un plano menor. Pero mi tradición de hibridez es más bien la francesa; en el XVIII, Diderot y Voltaire fueron notables novelistas y filósofos, así considerados como tales; esa consideración social fue la que hizo posible a Sartre o Camus dos siglos después».

(En Antonio Rodríguez Jiménez, «Entrevista a Miguel Catalán», Cuadernos del sur, 19 de diciembre de 2002, p. 3, también aparecida ulteriormente en Especulo, XXIII (2003). Disponible en: www.ucm.es/info/especulo/numero23/catalan.html).

 

Texto

Se habían cumplido ya mil años desde que estalló la guerra y ni siquiera los adivinos se atrevían a aventurar cuándo podría volver la paz.
Aunque ahora los soldados usaban flamantes ballestas de acero y arcos más certeros que al principio de la guerra, sus miembros acumulaban el cansancio añadido de las generaciones. Y, no obstante, el final de la contienda parecía alejarse más cada año que pasaba.
Es cierto que en el milenio armado no siempre se oyó el fragor de los cañones ni el jadeo de las mazas. El piar de un pinzón saliendo de entre las hayas, por ejemplo, solía saludar el paso de las huestes en retirada cada vez que se desmontaban las obras de asedio tras levantar el cerco de una fortaleza. Los caballeros, despojados ya de su asfixiante yelmo, encaraban en tales madrugadas el bronce de sus barbas caudalosas hacia la umbría mientras sus escuderos imitaban alegremente aquel piar con el puñal amordazado al cinto. Así daban principio todas las treguas. Sin prisa, al paso de los caballos, el día se anunciaba en la esmeralda del bosque y poco después los campesinos clavaban en el surco la reja del arado y se paraban a mirar de lejos las deslumbrantes planchas de las armaduras, aquellos incontables espejuelos en la loriga que moldeaban como una funda de plata la figura de los guerreros.
Aunque al final siempre volvía la guerra, a las treguas de Dios que impedían batirse a las puertas de la Navidad se añadieron frecuentes treguas humanas que duraron hasta veinte años seguidos. Volvía entonces a granar entre juegos la virilidad de los donceles que agitaban el sol bordado en sus gallardetes mientras los arqueros ensayaban a campo abierto ejercicios de tiro impregnados de gracia y banalidad que desembocaban en un baño de cerveza. En el curso de aquellos armisticios se levantaron innumerables palenques donde los nobles a caballo agitaban los cuernos de sus cimeras al viento de las justas y torneos; en ellos también giraba locamente el estafermo después de crujir ante la embestida de las lanzas. Luego, en las fiestas palaciegas, las más hermosas damas dejaban resbalar con indolencia los cordoncillos de sus tocados sobre hombreras de seda escarlata; resplandecían así de la forma más expuesta las rubias trenzas recogidas en espiral sobre el laberinto en miniatura de sus orejas.
También los albaricoqueros del tiempo del armisticio volvían a madurar en junio, y entonces, en vez de la peste a letrina que fluye hasta del asedio más heroico, se expandía por la gleba un aroma frutal que penetraba por las gateras en los molinos de agua para terminar mezclándose con la verdad de la harina.

(Del cuento «La guerra de los mil años», Breve historia, Barcelona, Ronsel, 2004).

 

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