CAMPOS GARCÍA, Jesús

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CAMPOS GARCÍA, Jesús

Biografía

Jesús Campos García nace en Jaén, el 18 de diciembre de 1938. Tras una primera tentativa como productor (1958) que acaba en ruina, abandona el teatro hasta 1970, año en que comienza a escribir de forma continuada. En 1974 obtiene el premio Lope de Vega por 7.000 gallinas y un camello, que estrenaría en el Teatro Nacional María Guerrero, asumiendo la dirección del espectáculo y creando el espacio escénico.

Entre sus estrenos más destacados se pueden citar, además del ya citado 7.000 gallinas y un camello: Es mentira (1980), Entrando en calor (1990), A ciegas (1997), Danza de ausencias (2000), Entremeses variados (2005) y d.juan@simetrico.es (2008).

Como docente, ha impartido talleres de escritura dramática en el Centro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas, Universidad de Alcalá, Casa de América, etc. Ha realizado igualmente diversos trabajos de arquitectura teatral.

Desde su fundación en 1983 y hasta su cierre en 1988, en su condición de miembro de la junta directiva del Círculo de Bellas Artes de Madrid, fue responsable de la programación de los Teatros del Círculo (Sala Fernando de Rojas, Sala de Columnas y un tercer espacio itinerante), apostando de forma decidida por la dramaturgia española contemporánea, si bien no programó sus propias obras.

En 1990 formó parte de la junta directiva fundacional de la Asociación de Autores de Teatro, junta que preside desde 1998, período en el que se edita la revista Las Puertas del Drama y organiza el Salón Internacional del Libro Teatral, entre otras iniciativas relacionadas con la dramaturgia actual.

En 2001 obtiene el Premio Nacional de Literatura Dramática por Naufragar en Internet y el Premio Tirso de Molina por Patético jinete del rock and roll. En 2008 recibe un homenaje de la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos.

En 2016 fue nombrado Presidente de Honor de la Asociación de Autores de Teatro. Es autor del blog que lleva su nombre.

Obra

NARRATIVA

El puente de la hiedra (1990).
Las torres danzantes (1992).
Mundo cruel (inacabada).
Qué triste era aquel rey de pacotilla (1965).
Estar salvada (1972).

POESÍA

Mis cien peores poesías (I) (1989).

TEATRO

La lluvia (1970).
Furor (1971).
La grieta (1971).
Matrimonio de un autor teatral con la Junta de Censura (1972) *.
Rallye internacional (1972).
¿Es aquí donde ha muerto mi hermano? (1972).
Qué culta es Europa y qué bien arde (1973).
Nacimiento, pasión y muerte de… por ejemplo: tú (1973) *.
7.000 gallinas y un camello (1973) *.
En un nicho amueblado (1974) *.
Sábado, sábado, sábado, sábado, sábado, sábado, sábado; eternamente sábado para cazar (1974).
Es mentira (1975) *.
La cárcel nuestra de cada día (1976).
Blancanieves y los 7 enanitos gigantes (1977). Teatro infantil.
Danza para violín y revólver (1982). Monólogo de la serie Danza de ausencias.
Danza del primer recuerdo (1982). Monólogo de la serie Danza de ausencias.
Danza en día de campo (1982). Monólogo de la serie Danza de ausencias.
Danza del orden nuevo (1982). Monólogo de la serie Danza de ausencias.
Danza de los veraneantes (1982). Monólogo de la serie Danza de ausencias.
Danza de la chatarra (1982). Monólogo de la serie Danza de ausencias.
Danza de la última pirámide (1982). Monólogo de la serie Danza de ausencias*.
Entrando en calor (1984) *.
Diente por diente (1995).
A ciegas (1995) *.
Triple salto mortal con pirueta (1996) *.
A tiro limpio (1996).
El profanador de sepulturas (1996). Teatro breve.
La Cabeza del Diablo (1996) *.
Patético jinete del rock and roll (1998) *.
Naufragar en Internet (1999) *.
Pareja con tenedor (2000) *. Teatro breve.
Pena y Pene (2000). Teatro breve.
Me acuso de ser hetero (2001). Teatro breve.
Depende (2001). Teatro breve.
La fiera corrupia (2001). Teatro para adolescentes.
A papel bien sabido, no hay cómico malo (2002). Teatro breve.
El número 17 (2003). Teatro breve.
La penitencia (2003). Teatro breve.
Noche de bodas (2003). Teatro breve.
El famoseo (2003). Teatro breve.
El traje de cuero (2003). Teatro breve.
La primera en morir (2003). Teatro breve.
Almas gemelas (2003). Teatro breve.
De compras (2005). Teatro breve.
Es sólo una enfermedad (2005). Teatro breve.
El mando a distancia (2005). Teatro breve.
La ruleta rusa (2005). Teatro breve.
El olor de las metáforas (2005). Teatro breve.
Ella consigo misma (2006). Teatro breve.
d.juan@simetrico.es (2008).
…y la casa crecía (2016).

ENSAYO

Situación de la dramaturgia española en la Comunidad de Madrid (Comparecencia del Presidente de la AAT ante la Comisión de las Artes de la Asamblea de Madrid) (2002).

NOTA: Se destacan con (*) las consideradas más relevantes por el autor.

Premios

1972: Premio Ciudad de Teruel (Excmo. Ayuntamiento de Teruel) por Matrimonio de un autor teatral con la Junta de Censura.
1972: Premio Ciudad de Palencia (Excmo. Ayuntamiento de Palencia) por La grieta.
1973: Premio Borne (Cercle Artìstic de Ciutadella de Menorca) por ¿Es aquí donde ha muerto mi hermano?
1974: Premio Lérida (Excmo. Ayuntamiento de Lérida) por Qué culta es Europa y qué bien arde.
1974: Premio Lope de Vega (Excmo. Ayuntamiento de Madrid) por 7.000 gallinas y un camello.
1974: Premio Carlos Arniches (Excmo. Ayuntamiento de Alicante) por En un nicho amueblado.
1975: Premio Guipúzcoa (Diputación Foral de Guipúzcoa) por Es mentira.
1977: Premio Eulalia Asenjo (Real Academia Española) por En un nicho amueblado.
1988: Premio Borne (Cercle Artìstic de Ciutadella de Menorca) por Entrando en calor.
1991: Premio Castilla-La Mancha de Teatro (Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha) por Danza de Ausencias.
1997: Premio Ciudad de Alcorcón (Excmo. Ayuntamiento de Alcorcón) por Triple salto mortal con pirueta.
1997: Beca de la Comunidad de Madrid por La Cabeza del Diablo.
1998: Premio Hellín de Teatro Breve (Excmo. Ayuntamiento de Hellín) por Veraneantes.
2001: Premio Tirso de Molina (Agencia Española de Cooperación Internacional, del Ministerio de Asuntos Exteriores) por Patético jinete del rock and roll.
2001: Premio Nacional de Literatura Dramática (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte) por Naufragar en Internet.
2003: Homenaje en el Festival Internacional de Teatro Experimental de El Cairo (Ministerio de Cultura de Egipto) por su aportación al teatro experimental.
2008: Beca de la Comunidad de Madrid por d.juan@simetrico.es.
2008: Homenaje en la XVI Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos.

 

 

Poética

– «Yo no tengo una poética rígida, cada obra debe determinar su lenguaje. Utilizo los materiales necesarios para contar lo que quiero contar. Cierto que hay constantes, pero no me siento ligado a ellas hasta el extremo de dictar una teoría de lo que debe ser el teatro. En creación, la única ley es que no hay ley. […] Crear es transgredir, arriesgarse, destrozarse.»
(En José Monleón, «Una entrevista con Jesús Campos», Teatro de Oposición, I, Madrid Vox y CDT, 1979, p. 139).

– «[…] lo cierto es que no sé para quién escribo. Lo que si intuyo es que no escribo para una clase social determinada, ni para espectadores de un determinado nivel cultural. Pienso que los destinatarios ideales de mi trabajo son personas de un equivalente andamiaje emocional, parientes vivenciales, gentes perdidas que se debaten por buscar.»
(Ibíd., p. 140).

– «Personalmente, pienso asumir todos los campos de la propuesta [teatral]: texto, apuntes a la acción, espacio, música, coreografía … es decir: uno solo, la propuesta. Perder la mayor eficacia de un equipo de especialistas a cambio de la unidad en la energía de arranque, que ya la realidad física de los actores modificará la propuesta y la diversificará. Todo a ojos cerrados, torpemente, con desgarro. Que rezume la sangre, no la técnica.
Así expuesto, no me extrañaría que más de uno piense que esta forma de plantear el proceso de creación se debe a un deseo de acaparar los distintos lenguajes que intervienen en el teatro, y que esto va contra una de sus características esenciales, la colectividad; puede ser. Lo que ocurre es que me ronda la idea de que teatro no es muchas cosas que se pegan, y aunque se preste a confusión la circunstancia de su proximidad con los distintos campos de la creación, el lenguaje escénico es uno solo, por eso persigo desarrollarlo como algo unitario y no sumando literatura música recitado pintura danza, que eso mas me da tufo a enciclopedia (aberración de la fórmula seria: mejor literatura mejor música mejor pintura mejor danza = mejor teatro). Me barrunto que las cuestiones de creación están mas cerca de la magia que de la matemática, aunque por última paradoja, dentro de toda magia, sospecho exista un sorprendente orden matemático.»
(En Jesús Campos García, «El autor. Historia a bulto-siglo tal antes de Cristo hasta nuestros días- o como no decir lo que es ser autor. – Prosa», Pipirijaina, 6-7 (julio-agosto 1974), p. 18).

– «Que utilicen la creación como herramienta de conocimiento. Para expresar las ideas que el sistema nos metió en la cabeza ya tenemos los lenguajes cotidianos. La creación nos enfrenta a verdades imprevistas, no siempre cómodas, que debemos afrontar. Por esto les invito a vomitar todo aquello que la vida les indigestó y que no pueden expresar a través de los cauces normales de comunicación. Por supuesto lanzarse sin red da lugar a una escritura gruesa, desordenada, convulsa. Ya habrá tiempo para mejorar la eficacia de lo escrito.»
(Palabras de Jesús Campos a sus alumnos de taller de escritura, recogidas por Cristina Santolaria, en «Notas sobre la enseñanza de la escritura teatral en España», Teatro. (Revista de Estudios teatrales), 5 (junio 1994), p. 235).

– «El autor no debe imponer su punto de vista sino que su visión de la realidad será el resultado de la confrontación de los puntos de vista de sus personajes». (Ibíd., pp. 236-237).

 

Texto

Fragmento de PATETICO JINETE DEL ROCK AND ROLL (1998)

ANSELMO (Padre, 90 años).-(Tras una larga pausa.) ¿Te he contado alguna vez cómo conocí a tu madre?
FEDERICO (Hijo, 70 años).-(Desde la puerta de la cocina.) Unas trescientas veces, aunque puede que sean quinientas. En cualquier caso, no me gustaría oírlo ni una vez más.
ANSELMO.-Eso sí que es una historia. (Pausa.) ¿Has visto alguna vez algo parecido en televisión?
FEDERICO.-Por supuesto que no.
ANSELMO.-Y es que donde esté la vida, que se quiten las películas. (Disponiéndose a contar.) Siéntate, siéntate y verás.
FEDERICO.-Es que ya casi están las espinacas.
ANSELMO.-Pero si es un momento.
FEDERICO.-(Sin convicción.) Papá, otra vez no. (Y entra en el salón.)
ANSELMO.-Estaba yo masturbándome en el retrete del hotel…
FEDERICO.-¡Buen comienzo!
ANSELMO.-¡A que sí! (Pausa.) Era un hotel de playa, de veraneo. Y estaba muy bien, sólo que entonces no se estilaban las habitaciones con baño, y nada más que había uno para toda la planta. (Instándole.) Pero siéntate.
FEDERICO.-(Sentándose resignado.) Conozco el hotel como si hubiera estado en él toda la vida. Así que no es preciso que me lo describas.
ANSELMO.-Solíamos ir todos los veranos. Y a partir de aquel año, su familia también. Que así fue como se consolidó la relación. El caso es que debí olvidarme de echar el pestillo. Y allí estaba yo, sentado en el retrete y con los pantalones en los tobillos, todo convulso y sudoroso, cuando se abrió la puerta de par en par… y apareció ella.
FEDERICO.-¿No te parece… inadecuado?
ANSELMO.-Teníamos trece años. De los de entonces. Y esas cosas con trece años tienen otro significado.
FEDERICO.-Tendrán el significado que quieras, pero no son cosas para andarlas contando. Y menos a tu hijo.
ANSELMO.-¿Qué hago? ¿Dejo que la historia se extinga conmigo?
FEDERICO.-Pues mira, sería una solución.
ANSELMO.-Lo que pasa es que tú tienes los ojos sucios, pero yo quisiera que lo hubieras visto.
FEDERICO.-Es… como si lo hubiera visto.
ANSELMO.-Llevaba un vestido blanco sin mangas, con el talle muy ajustado y la falda con mucho vuelo. Estaba preciosa. (Queda pensativo.) Y no creas que se asustó. Nada, ella como si tal cosa. Ya sabes cómo era tu madre: tan sencilla, tan natural. Entró tan campante y, conforme avanzaba hacia mí, preguntó sin dejar de sonreír: «¿Qué haces?». «Pues ya ves», le dije yo, algo cortado. Acabábamos de vernos por primera vez y era como si nos conociéramos de toda la vida. «¿Te importa que mire?», dijo sin quitar ojo. «No, qué va, mira si quieres, pero échate a un lado, no sea que te salpique».
FEDERICO.-Muy considerado, por tu parte.
ANSELMO.-Yo es que entonces expelía con mucha fuerza, no como ahora.
FEDERICO.-Por favor, papá, cuéntalo si es que no hay más remedio, pero no te recrees en los detalles.
ANSELMO.-Es que hay cosas que no hay más remedio que explicarlas, porque si no, es que no se entienden.
FEDERICO.-Mira, no se entienden ni explicándolas.
ANSELMO.-Pues por eso. (Pausa.) Una vez llegué a estamparlo en el techo. Impresionante. Oye, no creas que es fácil.
FEDERICO.-Ya, ya me imagino.
ANSELMO.-Lo malo fue la mancha, que no había forma de quitarla. Qué apuro. Menos mal que nadie sospechó de lo que era.
FEDERICO.-Es que no es corriente. No sé, si hubiera sido en el pijama, todavía. Pero en el techo…
ANSELMO.-Sí, afortunadamente, el enigma quedó sin resolver. (Reacciona y vuelve a la historia.) Y bueno, que tu madre agradeció la advertencia, se sentó en la bañera, muy formalita, y allí esperó a que acabara, sin perder detalle. «Qué interesante, ¿no?», dijo observando el resultado.
FEDERICO.-¿En el techo?
ANSELMO.-¡No, hombre, no!, en la pared. Lo normal era en la pared. Lo del techo fue algo… excepcional.
FEDERICO.-Pues, ya puestos, para mí que la ocasión lo requería.
ANSELMO.-Es… posible, pero mira, fue en la pared, qué quieres que te diga. (Pausa.) Y no me cortes, que se me va el hilo.
FEDERICO.-Vale, vale.
ANSELMO.-«O sea, que es de ahí de donde salen los niños», dijo tu madre, mientras lo observaba con curiosidad. «Sí, eso dicen», le contesté, «aunque yo no he visto ninguno, todavía». Tu madre se echó a reír. «Claro, tonto, porque no es así, tirándolos de cabeza contra los azulejos». La verdad es que yo no estaba muy puesto, pero tu madre sí, y, a su manera, me lo explicó: «Tú tienes que dármelo a mí, y entonces yo lo guardo entre las piernas hasta que sea lo bastante grande como para poderlo meter en la cuna». Aquello me hizo pensar, aunque no me acuerdo muy bien de qué fue lo que pensé. Y, cogidos de la mano, nos quedamos un rato viendo cómo aquel niño, tan pequeño, resbalaba por los baldosines. (Pausa.) ¿No te parece conmovedor?
FEDERICO.-Muy… romántico.
ANSELMO.-Diez años tardamos en averiguar cómo se hacía, pero al final dimos con la tecla sin que nadie nos lo explicara.
FEDERICO.-(Para sí.) Enhorabuena.
ANSELMO.-Y ya ves. (Señalándolo.) He aquí el resultado.
FEDERICO.-¿Lo dices por mí?
ANSELMO.-¿Por quién si no?
FEDERICO.- (Poniéndose en pie.) Pues qué bien.

(De Patético jinete de rock and roll, Madrid, In-Cultura Editorial, col. Teatro A Teatro, 2002).

 

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