ALMENA, Fernando

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ALMENA, Fernando

Biografía

Fernando Almena es cordobés, de La Rambla, donde vive hasta los 25 años. Es Aparejador/Arquitecto Técnico, Diplomado en Planificación y Administración de Empresas por la Universidad Politécnica de Madrid. Ha sido profesor del curso «El teatro como recurso educativo» de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, y también de la Escuela de Arquitectura Técnica de Granada. Además de la literatura, ha cultivado la fotografía, la escultura y otras artes.
Ha sido Director del T.E.U. (Teatro Español Universitario), en Madrid, en su época de estudiante. Se inició en la literatura como autor teatral. Destaca su labor dentro de la Literatura Infantil y Juvenil. Parte de su obra ha tenido numerosas reediciones, publicada en ediciones americanas y traducida al catalán, vasco, gallego, valenciano y francés. Parte de su obra teatral, en especial la infantil y juvenil, ha sido representada en España e Hispanoamérica. Como especialista en teatro infantil y juvenil, ha participado como conferenciante, ponente y moderador en cursos, seminarios y mesas redondas, nacionales e internacionales, y publicado artículos en libros y revistas.
Es miembro de las juntas directivas de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles, de la Asociación de Autores de Teatro (Sección Autónoma de la Asociación Colegial de Escritores) y de la Asociación Española de Teatro para la Infancia y la Juventud, ASSITEJ-España, de la que ha sido Presidente. Ha formado parte de las juntas directivas de la Asociación de Amigos del Libro Infantil y Juvenil y de la OEPLI (Sección Española del IBBY).

 

 

Obra

NARRATIVA
Un solo de clarinete (1984).
El pavo «Facundo» y Gustavo, el vagabundo (1985).
Un solo de clarinete (1987).
El maestro Ciruela (1987).
Pocachicha (1988).
Tartesos (1989).
Marcelo Crecepelos (1989).
El cuchipando (1989).
El bandido Carahígo (1989).
Pan Gu (1991).
El pavo Facundo (1992).
Panki, mi amigo de las nubes (1993).
El misterio indescifrable (1993).
El bandoler estripaboires (1997).
Jo, ¡qué fantasma! (1999).
El pavo facundo (2002)
El niño que fue nadie (2004).
El maestro ciruela (2007).

POESÍA
El jardín de los cantares (1997).

TEATRO
Redobles para un mono libre (1980).
Es muy peligroso asomarse… Al exterior (1982).
Ejercicios para ahuyentar fantasmas (1983).
Gran guardabosque Gran (1984).
El mandamás más más… y sus máquinas pitipitroncas (1985).
Resurgimiento (1985).
Rito (1986).
La boda del comecocos (1987).
Morito de caracatucón (1987).
Los pieles rojas no quieren hacer el indio (1988).
El llanto de un fideo (1988).
Teatro para escolares (1988).
El cisne negro (1991).
¡Catacroc! (1994).
Paloduz y Piruleta (1994).
La piel del león (1997).
Mis queridos monstruos (1998).
El profesor desinflado (1998).
Ex, o la irrefrenable marcha del cangrejo – ¡Viva Cardona! – Made in Spain (1999).
Discretamente muerto y otros textos breves (2001).
Tontos de capirote (2001).
Jambre (2001).
La cigüeña y la zorra (2001).
Los nuevos músicos de Bremen (2001).
Los buenos malos tratos (2002).
La última (2002).
El príncipe minúsculo (2002).
El hadito heladito (2003).
El burro feroz (2003).
La gallina Marcelina (2003).
La razón de la locura (2003).
La risa dormida (2003).
Paseo por el silencio (2004).
Regaliz y Piruleta (2005).
El beso de la princesa (2006).
¡Es la guerra! (2006) [Publicada junto a El dilema del prisionero de Ángel García Crespo].

ENSAYO
El teatro como recurso educativo (1995).

OTROS
Los gurilis (1986). Relato.
Abencio (1986). Relato.
Marinero (1986). Relato.
El boniato (1988). Relato.
El pequeño Otto ha desaparecido (1990). Adaptación literaria.
El muñeco de cuerda (1992).
Acoso y derribo del casto varón (1994). Relato.
Los jardines del mar (1994). Relato.
Los sentimientos perdidos. (1995). Relato.
Duendes de tinta (1996). Relato.
Pigmalión (1997). Relato.
De cómo el Remigio ascendió al reino de los ciegos (1997). Relato.
Noches sin luna (2000). Relato en CD.

Premios

1980: Premio de Teatro Barahona de Soto por El albéitar de Loja.
1980: Premio de Teatro Ámbito Literario por Redobles por un mono libre.
1981: Premio de Teatro Otoño por Es muy peligroso asomarse… al exterior.
1982: Premio de Teatro Plaza Mayor por Es muy peligroso asomarse… al exterior.
1982: Premio de Teatro Diego Sánchez de Badajoz por Ejercicios para ahuyentar fantasmas.
1983: Premio de Teatro Federico García Lorca por Resurgimiento.
1983: Premio de Literatura Infantil El Barco de Vapor por Un solo de clarinete.
1984: Premio de Teatro AETIJ por La boda del comecocos.
1984: Premio Internacional Vieira de Humor de narrativa por Acoso y derribo del casto varón.
1985: Su libro Un solo de clarinete es incluido en la Lista de Honor de la CCEI.
1985: Premio de Teatro Miguel Romero Esteo por Rito.
1988: Su libro Teatro para escolares es incluido por el Banco del Libro de Venezuela en la lista de los mejores libros publicados en lengua española.
1989: Su libro Pocachicha es incluido en la Lista de Honor de la CCEI.
1990: Premio de Teatro Teatro Guerra por El cisne negro.
1993: Premio de Cuento Hucha de Plata por Los jardines del mar.
1994: Premio de Cuento Hucha de Plata por Los sentimientos perdidos.
1995: Premio de Teatro Ciudad de Hellín por ¡Viva Cardona!
1995: Premio de Teatro Ciudad de Torrejón por ¡Viva Cardona!
1995: Es nombrado Socio Correspondiente en España de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística.
1998: Su libro La piel del león es incluido en la Lista de Honor de la CCEI.
2002: Su nombre es dado a la Biblioteca Pública Municipal de La Rambla.
2003: Premio Villa de Ibi de Literatura Infantil, por El niño que fue nadie.
2016: Premio Dramaturgo José Moreno Arenas.

Poética

– «Adaptar un cuento como obra teatral supone despojarlo de toda su parte narrativa y de su retórica para convertirlo en acción, en teatro. La desmitificación del cuento tradicional, como inversión de papeles, no es aconsejable porque denota falta de imaginación. El cuento no tiene por qué desvirtuarse. Se deben desmitificar preferiblemente ciertas conductas o lastres sociales que se vienen arrastrando de generación en generación y que son aceptadas o impuestas ya desde la infancia.» (En Fernando Almena, I Jornadas de Teatro Infantil y Juvenil, Madrid, UNED, 1994, p. 27).

– «Que un texto sea para niños o jóvenes no presupone que se haya de renunciar a su uso [del diccionario], pues sería tanto como negarles la riqueza y variedad de nuestra Lengua, o una fatuidad.» (…) «Me gusta ser respetuoso con el lenguaje y abierto a sus enormes posibilidades y caudal, y, en consecuencia, intento estimular al lector a su aprendizaje, sin ningún tipo de restricción ni de renuncia por razón de su condición de infantil, aunque aceptando una temática y un nivel adecuados a la edad del lector a quien mi obra vaya dirigida. Ello le obligará al uso del diccionario, pero también para el lector ha de ser compañero irrenunciable de andadura.» (En Fernando Almena, Escritores [de Literatura Infantil] y diccionarios, Madrid, SM, Alacena, 17, 1993, p. 34).

– «Cada vez más el lector opta claramente por la intensidad, por la eliminación de lo superfluo, por la elipsis, por la concentración en el suceso, por lo que se insinúa más que por lo que se describe, por la anécdota sobre lo anecdótico, por lo concreto por encima de lo ampuloso, por la síntesis. No significa la exigencia de menor extensión a todo texto, si no que la mayor esté justificada, que una obra no se alargue por la malsana ambición de ajustarla a unos cánones tradicionales o comerciales.» (En Fernando Almena, De la brevedad y el teatro, Madrid, Mirador de Leganitos, 3, 2002, p. 5).

 

Texto

PASEO POR EL SILENCIO (2004)

FRAN.- (Vestido con cierto toque de distinción dentro de la sencillez, se encuentra en un parque cualquiera en un día templado de invierno. Camina despacio y habla consigo mismo, como tantas personas en nuestras ciudades, sin que por ello se atisbe el menor signo de demencia.) Quizá si comprara… si comprara un piso más pequeño… Un piso sin tantos pasillos, sin tantos… sin tantos recovecos… sin esas habitaciones desangeladas que rezuman aromas de polvo viejo y naftalina… y que fueron enormes, atrás…, que menguaron conforme fui creciendo… creciendo, pero que aún resultan desproporcionadas… desmedidas, quizá porque se haya impuesto la exigencia de lo mínimo… aunque sea la apetencia de lo máximo lo que… Un náufrago… un náufrago inconexo en una isla perdida… en una casa grande. Un piso pequeño acerca… acerca más a la realidad… aproxima. Pequeño, con medianeras delgadas… jadeos, quejidos nocturnos… (sonríe) ¿infarto… orgasmo?, disputas, risas, toses… ¿está usted…?, usted está resfriado. Se me nota, ¿verdad? No, no crea, compartimos… compartimos el silencio. El silencio compartimos, tan revelador… el silencio revelador, confidente, sugeridor. Todo menos sentirse… (A un personaje cercano, que, como los que vayan surgiendo, será real o imaginario, pero nunca se expresará.) Disculpe, ¿usted… usted vive en un piso pequeño? No, no… perdone, no vendo… no, (ríe) qué tontería, que yo…, no soy agente de la propiedad inmobiliaria, ni… ni… Era por conocer su… No, no busco ganarme comisión alguna. En tal caso, que lo deje en paz…, de acuerdo. (Continúa su paseo.) Vender… la venta reporta el derecho incuestionable a… al diálogo… o es sólo su justificación… la excusa para que el ser humano rompa esa infranqueable barrera del… (Sarcástico.) Triunfe, proyecte sus relaciones sociales… curso de ventas y marketing por correspondencia. (Se sienta en un banco junto a un hombre de aspecto taciturno.) ¿Qué tal?, magnífico día, ¿no cree? Digo que…, lo ha oído, lógico… si lo dije. Tampoco magnífico día es un insulto… me sorprende su expresión adusta… sólo quería ser amable, pura cortesía… pero si lo molesté… no tiene obligación alguna de hablar conmigo. ¿Sanatorio?, perdón… dijo tanatorio. No, claro, quizá no haga un día… no, no creo que sea un día magnífico… tal vez mañana… no, olvídelo, dejémoslo… disculpe. (Amago de incorporarse como ademán de respeto al hombre, que se ha levantado y abandona el banco.) Adiós, hasta luego… (Breve pausa.) Qué estupidez, no existe el luego con un extraño… difícil ya con un conocido. Qué ampara el luego… una promesa, una esperanza, un velado deseo… el engaño, qué estupidez. ¡Hasta nunca! (Llega una mujer de mediana edad y escasamente agraciada y se sienta en el extremo opuesto del banco. Tras varias miradas de acercamiento.) Buenos días. (Con una sonrisa.) Magnífico día, ¿no cree? Se… se adelantó la primavera… ¡Oh!, disculpe mi osadía… la coincidencia en estos lugares crea… crea una especie de… de confraternidad… de armonía social… ¿no le parece? ¿Cómo!, de nada me he de dejar… Qué he de plantearle abierta… abiertamente cuando nada… nada pretendo… ni son… ni mis palabras son circunloquios… y menos excusas para llevármela a… (Sorprendido.) No pasó por mi mente… ni jamás osaría proponerle… No, no se trata de que usted no me atraiga… ni de que me parezca… como nada justifica que la prejuzgue… Yo… yo… (Se levanta en señal de cortesía cuando la mujer se marcha indignada. Comienza a pasear. Tras un silencio.) ¿Por qué la intolerancia y la fealdad caminan de la mano siempre? La belleza… la belleza serena de los tolerantes. (Breve pausa.) La falta de prolegómenos… el imperio de la crudeza, lo… lo perentorio… nos condenan sin remisión a vivir… a vivir en un mundo de aislamiento, paradójicamente superpoblado. Pero he de demostrar… de demostrarme que para el individuo aún existe posibilidad de… (A un hombre que cruza.) Disculpe, señor… (El hombre se aleja apresuradamente, sin siquiera haberlo mirado.) Vaya… (Aborda a otro hombre que pasa.) Disculpe, señor, podría… ¿Qué hace…! No, no, guarde su moneda… nada… nada le he pedido… Iba a preguntarle que si podría… No, no es cuestión de caridad… ni necesito su dinero. Le aseguro que disfruto de una posición… No, no pretendo alardear de nada… Tal vez existan personas a las que guste… A mí, sólo… ¿Que qué modelo de coche tengo? Me pregunta que qué… (Se aleja desconcertado. Vaga por las proximidades.) He de encontrar… (Descubre a un anciano de aspecto afable y se acerca a él.) Señor… (el anciano desconfía) quisiera… (el anciano se separa con miedo) No tema… no huya, sólo quería… No es bueno que… que a su edad corra… podría… podría… Espere… ¡espere…!
(Hace mutis tras el anciano por un lateral. Telón.)

(Maratón de monólogos 2004, Madrid, Asociación de Autores de Teatro, 2004, pp. 11-13).

 

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