MUÑOZ ROJAS, José Antonio

Inicio/MUÑOZ ROJAS, José Antonio

MUÑOZ ROJAS, José Antonio

Biografía

Nace en Antequera (Málaga) en 1909. En 1929 funda Nueva Revista en colaboración con José Antonio Maravall, Leopoldo Panero y José R. Santeiro. En este mismo año, publica Versos del retorno, libro que le permite entrar en contacto con diversos poetas del 27, entre ellos Vicente Aleixandre. Con ellos colaboró en revistas como Mediodía, Isla, Los Cuatro Vientos, El Gallo Crisis, Caballo Verde para la Poesía, Cruz y Raya, etc. A partir de 1936 trabaja como lector de español en la Universidad de Cambridge, situación que le ofrece iniciar una investigación sobre las relaciones de los poetas metafísicos ingleses con los autores españoles de su tiempo.

En 1940 regresa a Málaga, donde, entre otras actividades, funda con Alfonso Canales la colección «A quien conmigo va». Instalado en Madrid, en 1952 ingresó en el Banco Urquijo, del que fue Secretario General, y se ocupó intensamente de su Sociedad de Estudios y Publicaciones, dando un ingente impulso al intercambio intercultural con otros países europeos y con EEUU.

Tras su jubilación y su regreso a Antequera, su obra conoce una primera recuperación y difusión entre las generaciones más jóvenes, gracias a la editorial Pre-Textos.

Compagina su vena poética con la traducción de poetas ingleses como Wordsworth, John Donne, Crashaw, Hopkins o Eliot. Fallece en su ciudad natal el 29 de septiembre de 2009.

Obra

POESÍA Y PROSA POÉTICA

Versos del retorno (1929).
Sonetos de amor por un autor indiferente (1942).
Abril del alma (1943).
Historias de familia (1945).
Las cosas del campo (1951).
Cantos a Rosa (1954).
Altos mayos (1954).
Las musarañas (1957).
Lugares del corazón en nueve sonetos que los celebran (1962).
Coplillas (1966).
Salmo (1970).
Las cosas del campo (1976).
Ardiente jinete. Poemas de amor (1931 – 1954). Publicado en 1984.
Poesía (1929 – 1980). Recopilación de su obra (1989).
Ensayos anglo-andaluces (1996).
Objetos perdidos (1997).
La rebusca (1998).
Entre otros olvidos (2001).
Las musarañas (1957-2002).
Yo sólo sé nombrarte (2002). Antología.
Canciones (1933 – 1940). Publicado en 2003.
La voz que me llama (2005).
Textos poéticos (1929 – 2005). Antología.
El comendador (2006).
Obra completa en verso (2008). Recopilación de su obra.

NARRATIVA

Cuentos surrealistas (1979).

TEATRO

Hay que lamentar una víctima
Cuando llegue el otoño

ENSAYO

Historia de familia (1945).
Antequera, norte de mi pluma (1977).
Amigos y maestros (1992).
La gran musaraña (1994). Memorias.
Dejado ir: estancias y viajes (1995).
Ensayos anglo-andaluces (1996).
Las sombras (2005).

Premios

1998: Premio Luis de Góngora a su trayectoria poética.
1998:Premio Nacional de Poesía por Objetos perdidos.
2002: Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.
2007: Premio Andalucía de la Crítica.

 

Poética

Jugando con palabras siempre estoy
sin saber dónde terminan por llevarme,
sabiendo que son nada y en nada quedan
salvo que la verdad, que es suya, las pronuncie.

(Poema incluído en La voz que me llama)

Hay palabras que se unen y crean.
Su unión siempre es fecunda. Quien las tenga
de huéspedes en el alma será salvo.
Decirlas es perderlas. Viven dentro.
Sus nombres son Silencio y Soledad.
Y su fruto la paz. A veces nuestra.

(Poema incluído en Objetos perdidos)

 

 

Texto

IV

Ahora que tantas cosas están perdiéndoseme,
ahora que tantas cosas están olvidándoseme,
ahora que tantas cosas aparecen en rincones perdidos,
un pañuelo olvidado, la flor aquella,
un olor, el nombre de este rostro? El nombre?
Por Dios, dónde está el nombre?
El nombre, el nombre. Tiene barba y mujer.
Me habla cariñosamente, pero sin nombre.
Seguro que es el mismo, con barba y sin nombre,
una mirada dulce y sin ponerle nombre.
Lo malo no es que se nos pierdan
sino que no sabemos dónde se nos pierden,
tantos objetos perdidos como se nos pierden,
un montón de objetos perdidos es la vida.
Y la memoria trabajando en lo oscuro,
buscando incesante, escarbando en lo oscuro,
un animalillo escarbando por dentro,
buscando por dentro. Y nada, nada.
Una mirada dulce con barba y sin nombre.
Y por fin y de pronto: se llama «Montaña».

(En Objetos Perdidos)

SUEÑO ADENTRO

Hoy ya que sólo queda la sombra y el recuerdo,
la sombra de los árboles saliendo entre la brisa
de aquel jardín en donde las horas iban lentas,
como un cielo de noche, sin noche y sin orillas.
Hoy ya que sólo llevo tantos pozos a donde,
si me asomo, contemplo las cosas que me miran,
la mano vieja, el tacto, la estancia grande y clara,
el silencio y la voz cantándome tranquila
mientras me voy perdiendo sueño adentro. En la calle
un silbido, unos pasos, un vuelo. No se olvida
lo que escriben los sueños en la sangre. Revive
por la noche y a veces nos hace por el día
tornar la cara. Llaman. Ay qué sombra tu sombra
en las paredes blancas, tu falda fugitiva
entornando postigos, dejándome embargado
riberas de los sueños, aguas del sueño arriba.
Hoy que todo se hace transparente y tranquilo
como el mar cuando está muy cerca de la orilla,
y latido a latido el corazón devuelve
la ternura hecha sangre que parecía perdida.
Todo torna a lo mismo. ¿No son las sombras sabias
guardando los espejos, donde se vio algún día
aquella cara joven, aquella forma dulce,
aquel calor de ave en la mano? Prendida
de paso y para siempre clavado, para siempre
haciendo aquel instante. En lo hondo, a lo lejos,
¿este cuarto, este instante tus ojos no veían?

 

 

Subir