Biografía
Licenciado en Literatura Española por la Universidad de Oviedo. Nació en Madrid, en 1974, y vive en Asturias desde 1992. Es periodista, crítico literario y teatral. Trabaja en el diario La Nueva España. Fue subdirector de la revista Pretexto (hasta 1999). Es autor de los libros de relatos Maneras perdidas y otras historias (2001), Basado en hechos reales (2006) y Quiero seguir siendo rubia (2010). Asimismo escribió la novela corta Las demás historias (2004) y En medio del invierno (2011). Se encargó de la selección y del prólogo de El centauro. Una muestra de la narrativa en Asturias (2003). Escribió y produjo el cortometraje Maneras perdidas y estrenó en el teatro Palacio Valdés de Avilés el monólogo Impostura o muerte. En 2013 ganó el Premio Relato Corto Universidad de Oviedo por De portales y personas.
Obra
NARRATIVA
Maneras perdidas y otras historias. Cuento. (2001).
Las demás historias. Novela. (2004).
Basado en hechos reales. Diez historias. Cuento. (2006).
Quiero seguir siendo rubia. Cuento. (2010).
En medio del invierno. Novela. (2011).
El menú de un día raro (2013).
De portales y personas (2013).
Mundo Remoto: Guía de lugares poco recomendables (2019).
Whitechapel (2021).
ANTOLOGÍAS
El centauro. Una muestra de la narrativa en Asturias (2003).
TEATRO
Impostura o muerte, estrenada el 2 de mayo de 2006 en el teatro Palacio Valdés, de Avilés.
OTRAS
Maneras perdidas dirigido por José Rico. Escrito y producido por Saúl Fernández. Estrenado en el Festival de Cine de Gijón en 2003. Cortometraje.
Mauregato: libreto para musical (2020). Con Pedro de Silva.
Premios
Finalista del premio de periodismo «El correo de Euclides» de 2004 convocado por la Fundación Max Aub. El texto galardonado fue la entrevista a José María Merino publicada en La Nueva España bajo el título «La ficción y la palabra son lo más notorio de los seres humanos».
2013: Premio Relato Corto Universidad de Oviedo por De portales y personas.
Poética
Escribió Juan Marsé en su relato «Historias de detectives»: «Se empieza con pistolas de juguete y atracos de película. Balas de saliva, muertos de mentira. Pero un día serán balas y muertos de verdad, señora…» Eso es lo que significa contar historias.
Texto
De Maneras perdidas y otras historias:
LA VOZ METALIZADA
Me ha ce gracia que sonrías; sí, así se comienza. Ánimo. Me hace gracia tu sonrisa. Y diré eso: son-ri-sa. Silabeando. Luego ella únicamente podrá saborear mis palabras. Ella nunca ha escuchado lo que yo le digo. Se lo dije… pero se fue. Y ahora ha vuelto. Encanto. Es que ella desapareció. Desapareciste. Pero de repente ha emergido. Has emergido. Un día llegué a casa tarde. Demasiadas copas. Levanté el teléfono. Tiene un mensaje en el contestador. Eso fue lo que dijo la voz metalizada y cibernética. Ella venía. Mañana. ¿Vendrás a recogerme? Luego me puse a pensar lo de la gracia y lo de su sonrisa. Vida mía. Un día me pidió que la acompañara a casa. Somos vecinos, anunció. Luego me dijo que me quería. Más tarde lo confesé yo… y lo último fue que desapareciera. Su hermana me anunció que ahora vivía en Zaragoza. Luego me entregó una carta y es que ella era demasiado cursi para despedirse como todo el mundo. Me decía: Amor, ya se ha terminado todo. Y yo no lo supe porque estas cosas no se saben. Su hermana, ecuánime, me lo repitió y al final salió el nombre de Gabriel y yo ignoraba a quién se refería. Pero ha llamado y lo extraño es que estos tres años no han sido años, se han convertido en una profunda sima. Eres como un avestruz. Esto no lo digo yo. Esto no lo decía yo. Pero ha llamado. Mi amor. Te veré.
De Basado en hechos reales:
PACIENCIA DE CORSO
A Napoleón Bonaparte se le comunicó el incendio del Palacio de Briz. El Emperador se interesó por su ubicación y cuando se le habló de Navia continuó indagando. Sire, en la desembocadura de ese mismo río. En Asturias, añadieron. La quema del Palacio de Briz, dijeron, se debe a la desilusión que sus propietarios infundieron en el destacamento francés que había ocupado aquella población costera. Napoleón, entonces, pensativo, solicitó mayor información a su Ayuda de Cámara. El destacamento precisaba de una vivienda adecuada para quienes representaban en Asturias al monarca que traía consigo la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad. Napoleón sonrió. Pidió que le describieran el edificio. El Palacio de Briz tiene un palomar de planta hexagonal y un tejado de pizarra muy inclinado, le dijeron. Napoleón terminó de vestirse y despidió a su asistente. Un ejército incapaz aguardaba en Bailén.
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