Biografía
Francisco Romero nació en Torralba (Ciudad Real) el 24 de abril de 1961. Su carrera profesional la inició como fotógrafo publicitario, actividad que abandonó en 1995 cuando se dedicó de lleno a la literatura. Ha cultivado los géneros de guion, tanto cinematográfico como radiofónico, Cuento, Novela y Teatro. Su llegada al teatro fue a través de la compañía del Corral de Comedias de Almagro, primero como técnico y posteriormente como adaptador, realizando las versiones de La Posadera de Carlo Goldoni y La discreta enamorada de Lope de Vega, que se representan en la actualidad. En la actualidad reside en Almagro y sigue trabajando con la compañía de teatro.
Entre los galardones obtenidos destacan: el Premio Alejandro Casona de Teatro 2003 por la obra Terapia, concedido por la Consejería de Cultura del Principado de Asturias, el Premio Hogar Sur de Teatro de Comedias 99 por la obra El legado de Julie Newman, concedido por la Fundación Muñoz Seca, y el Premio Dulce Chacón de Novela Corta 2003 por Memorias de un Paraguas. También ha sido finalista del Premio Emilio Alarcos Llorach de Novela 2004 por Cuatro hilos para un epitafio. Tiene publicadas once novelas, un libro de cuentos y catorce obras de teatro reunidas en cuatro volúmenes bajo el título Cámara Negra.
Obra
NARRATIVA
La futura memoria (1997).
La soledad y una voz (1998).
Las aventuras del ilustre caballero Graznarín el trovador y su escudero pendenciero (1999).
Memorias de un paraguas (2000).
Y el pirata creó el mar (2001).
Cuentos y des-cuentos (2001). Cuento.
Cuatro hilos para un epitafio (2002).
Papel carbón (2003).
Lágrimas de Yaiza (2004).
Olvido 27 (2008).
Las manos prestadas (2009).
En la orilla del Aqueronte (2010).
TEATRO
El interrogatorio (1997).
El último amanecer (1997).
¿Otra historia de amor? (1998).
Palabras sin respuesta (1998).
El legado de Julie Newman (1999).
La quimera de Alonso y Sancho (1999).
Liquidación total (1999).
El último paraíso de Cándido (2000).
Censura (2000).
La comedia no subvencionada (2000).
El manual (2001).
Se precisa hombre bien dotado para importante labor social (2001).
Terapia (2002).
Puto teatro (2002).
Un tal Lope que escribía comedias (2003).
Hasta que la vida nos separe (2005).
Shylock Gallerie (2006).
OTRAS
El accidente (1993). Guión cinematográfico.
Escritor novel vende guión (1993). Guión cinematográfico.
La lógica del odio (1994). Guión cinematográfico.
Union Films (1994). Guión cinematográfico.
La mujer del taxi (1995). Guión cinematográfico.
Diálogos del absurdo (1996). Guión radiofónico.
El bufón de la corte (2004). Guión radiofónico.
Premios
1997: Premio Villa de Torralba de Cuento por La quimera de Alonso Quijano.
1999: Premio Hogar Sur de Teatro de Comedias por El legado de Julie Newman.
2003: Premio Dulce Chacón de Novela Corta por Memorias de un Paraguas.
2003: Premio Alejandro Casona de Teatro por Terapia.
2005: Premio Río Manzanares de Novela por Papel Carbón.
2007: Premio Kutxa Ciudad de San Sebastián de Teatro por Shylock Gallerie.
Poética
Creo que la misión del teatro no es la búsqueda de soluciones; de eso ya presumen los políticos. En estos tiempos donde la televisión y el cine luchan por conquistar la audiencia a cualquier precio con el único fin de entretener, al teatro le corresponde la labor más incómoda, y creativa, colocar la china en el zapato que nos haga cuestionarnos si todo marcha tan bien como nos cuentan.
(Prólogo a la obra Terapia. Oviedo, Ediciones KRK, 2004)
Yo no elijo el género en el que deseo contar una historia, dejo que ella se manifieste en el que mejor se pueda expresar.
Yo no escribo por vocación, lo hago por necesidad y esa necesidad comenzó cuando tenía treinta y dos años. En alguna de mis historias me he sentido más cercano a un médium que a un creador. Como si la historia me estuviera siendo dictada por los propios personajes que la protagonizan. Puede que por eso me interese tanto la relación entre el personaje y el autor.
No sé si la novela es el género más complejo, pero sí el más audaz. Cuando comienzo una siento que me meto en un laberinto del que desconozco la salida, y aparece una pregunta a la que no sé dar respuesta: ¿Dentro de un año seguirá interesándome esta historia, y dentro de más podrá interesarle a los lectores?
Como escritor he elegido el camino más difícil, el de editar y vender mi propia obra distanciándome del mercado editorial. El respaldo de los lectores lo está convirtiendo en un hermoso viaje.
Texto
Y EL PIRATA CREÓ EL MAR (2002)
Este crío lleva la mar en la frente, dijo la tía Elvira cuando el pequeño Paquito Jadraque se escurrió entre sus ásperas manos y cayó de bruces dentro de la inmensa pila bautismal de la parroquia del Divino Redentor, ante la impotencia del reverendo padre Nicolás, que nunca se mostró partidario del bautismo por inmersión total del cuerpo y aplastamiento de nariz contra el mármol del fondo de la pila por considerarlo contrario a las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo. Aquella fue su primera experiencia como buceador y la que más tarde marcaría su destino de hombre obsesionado con los océanos, enamorado de las mareas y temeroso de las profundidades. Su abuela Francisca, cabeza espiritual y soporte material de la familia Jadraque, sentenció que aquel niño había nacido con el mal fario y que toda la culpa del infausto desaguisado procedía de la nefasta influencia ejercida por la luna a causa del mal de ojo que le había echado la gitana Remedios cuando la expulsó de la caseta de la huerta por haberse apropiado de la mitad de la cosecha de melones y venderlos a un corredor sin su permiso, con el consiguiente perjuicio para la familia Jadraque. «Francisca, le dijo, por mis muertos le juro que el crío que lleva Antonia en la barriga será un alma perdía entre la luna y el mar y un horizonte de agua se lo llevará para siempre sin que pueda hacer de él un hombre de provecho ni temeroso de Dios». Al principio, Francisca, que sólo era supersticiosa cuando le convenía, no prestó demasiada atención a las palabras amenazadoras de la gitana. Ella nunca había visto el mar ni sabía cómo era, y, mientras pudiera, nadie de su familia correría tal peligro; pero cuando don Cirilo, el viejo practicante ateo de la localidad, le entregó al recién nacido, sintió que sus entrañas se removían y recordó el extraño juramento de la gitana. Al mirarlo a sus pequeños ojos, abiertos de par en par y negros como dos pozos sin fondo, tuvo la terrible sensación de que esa criatura no pertenecía a aquel tranquilo pueblo de La Mancha de cuyo nombre Paquito jamás pudo olvidarse y los demás no necesitamos recordar.
(De Y el pirata creó el mar, Baobab Ediciones, Almagro, 2002, pp. 15-16).
LAS MANOS PRESTADAS (2010)
A nadie puedo desear el dolor que sufrí durante los primeros años de mi infancia. Puede que entonces no fuera consciente de todo lo que estaba pasando, pero recuerdo aquellos tiempos marcados por el miedo y la angustia. Solo vencía al terror cuando estaba junto a mi madre, la joven y hermosa Carmen, que tampoco tenía motivos para sonreír porque la vida la había castigado con crueldad. Al hombre que me engendró no lo recuerdo y no puedo llamarlo padre después de conocer el terrible crimen que cometió contra mi madre. Ese individuo dejó de existir el día en que ella me confesó, con los ojos inundados por las lágrimas y atormentada por el pánico que sentía, que yo era fruto de una violación. Hay que tener mucho coraje y un enorme tacto para atreverse a hacer esa revelación a una hija. Desde entonces tuvo toda mi admiración y lealtad, aparte del amor, que siempre lo ha tenido.
Para ser padre no basta con dejar embarazada a una mujer. Hay que tener valor y humildad para ganarse el respeto y el amor de los hijos. Hay un hombre al que sí puedo llamar padre, y nunca dejaré de hacerlo, porque no solo me ha dado una imagen que mirar con orgullo y con un inmenso cariño. Me ha permitido crecer, aprender y superar el miedo que arrastraba hasta convertirme en una mujer independiente y feliz. Eso mismo ha hecho con mi madre, y no hay gratitud suficiente para expresar lo que siento cuando la veo reír o disfrutando con la lectura de un libro. Puede que ese hombre solamente nos haya dado la posibilidad de ser dos mujeres libres, un derecho fundamental que la ley reconoce, pero hay situaciones en la vida en que la conquista de esa normalidad se trasforma en un acto heroico.
(De Las manos prestadas, Baobab Ediciones, Almagro, 2010, pp. 255).
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