Biografía
Carlos (Fernández) Aganzo nace en Madrid, el 27 de marzo de 1963. Estudia Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense, y desde el inicio de la carrera colabora y trabaja de manera temporal en el diario Ya. En 1987, tras obtener la licenciatura, se incorpora a la redacción de este diario, donde será crítico literario, cronista de jazz, jefe de Local, jefe de Cultura y subdirector, hasta el cierre del rotativo en 1996. Coincidiendo con esta última etapa del Ya, dirige la revista cinematográfica Interfilms, antes de incorporarse como director de La Voz de Huelva, durante un breve período, en 1996. Casado y con dos hijos, desde septiembre de 1996 trabaja en Diario de Ávila, periódico que dirige desde enero de 2003. En 1998 publica su primer libro de poemas, …Ese lado violeta de las cosas, al que seguirán el ensayo biográfico Jorge Pardo; Improvisaciones y el poemario Manantiales, accésit del Premio Rafael Alberti y Premio Jorge Guillén. Asesor editorial de la revista cultural El Cobaya, en su segunda época, es el responsable literario del Premio Internacional de Poesía San Juan de la Cruz y realiza diferentes talleres de escritura. Actualmente es director de Relaciones Institucionales de El Norte de Castilla y subdirector de la Fundación Vocento.
Obra
POESÍA
…Ese lado violeta de las cosas (1998)
Manantiales (2002)
Como si yo existiera (2004)
La hora de los juncos (2006)
Caídos Ángeles (2008)
Las voces encendidas (2010)
Las flautas de los bárbaros (2012)
Técnica mixta (2012)
En la región de Nod’ (2014)
Jardín con biblioteca (2020)
ENSAYO
Jorge Pardo. Improvisaciones (2000)
Singularidad en la poesía de Manuel Ruiz Amezcua (2018)
Las ciudades de Machado (2022)
ANTOLOGÍAS POÉTICAS
Ícaro en los ojos (2017).
Arde el tiempo (2018).
TEATRO
Maestro, estrenada en 2010.
Premios
1997: Premio Murallas de Ávila de Periodismo Turístico.
1998: Premio Ciudad de Ávila de Poesía Clásica.
1999: Premio Abulense 99 del Hogar de Ávila en Madrid.
1999: Accésit del Premio Internacional de Poesía Rafael Alberti.
2003: Premio Jorge Guillén de Poesía.
2003: Premio Alcaraván de Poesía.
2010: Premio Jaime Gil de Biedma.
2012: Premio Nacional de las Letras de Teresa de Ávila.
2012: Premio Universidad de León y Ciudad de Salamanca.
Poética
«La poesía es la música de la palabra, y esa doble condición, verbal y musical, jamás debe perderse de vista. De una parte, los poemas tienen que «sonar», deben convertirse en música fonética cuando son leídos en alto, pues la comunicación de la poesía mantiene en lo oral una de sus bazas más importantes, por encima del siempre reducido mercado editorial. De otra, la palabra «manda» en el poema, se constituye en reina indiscutible de cada verso. Palabras que transmiten sensaciones, que nos hacen reflexionar y que nos terminan transportando a mundos nuevos, mundos fundamentalmente poéticos, tanto para el escritor como para el lector».
«La búsqueda final de la poesía es la belleza».
«La buena poesía siempre es del lector, antes incluso que del autor. Naturalmente, el poema debe partir de una emoción, de una sensación del sujeto, pero lo verdaderamente importante son las emociones, las reflexiones, los sentimientos que el poema provoca en el lector. Cada lector de poesía es un poeta que «reescribe» el poema a su manera, desde su interior».
«El mejor ejercicio que puede hacer un poeta es el de podar sus versos como poda y pone a punto su jardín. Si al final del torrente de versos que nos nace dejamos el agua clara de unos pocos, esenciales, sencillos, pero llenos inevitablemente de toda una historia y una vida interna, le estaremos haciendo un buen servicio al lector, que ya convertirá esta agua en fuente de sus propias sensaciones poéticas».
Texto
BELLEZA (2002)
Te he seguido, belleza, hasta el estrecho
confín de los paisajes luminosos.
Allí donde las formas y los tonos
se reparten según la melodía
sutil del sentimiento:
presencia de labios, tersura en la piel…
Te he encontrado, belleza, en el instante
exacto del presente,
cuando ayer es olvido,
cuando nada se espera del mañana.
Delectación del tiempo por el tiempo.
Te he llamado, belleza, por tu nombre:
mirador del alma. Palacio interior.
(Manantiales. Valladolid, Fundación Jorge Guillén, 2002, p. 24)
FINALIDAD DEL ALMA (2002)
Recuerdo una frase bella indefinida
como un beso viejo
que ha perdido el olor aunque mantiene
temblor sin superficie.
Recuerdo un rostro amado en la distancia
como el polvo seco
que ha dejado una hoja del otoño
antes de ser aire.
Recuerdo tu ausencia
como un dolor de manos;
una oración que dice:
«La finalidad del alma es el deseo».
Y después, el silencio.
(Manantiales. Valladolid, Fundación Jorge Guillén, 2002, p. 23)
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Enlaces
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